Las conversaciones se iniciaron hace dos meses, poco después del inicio de los bombardeos rusos sobre sus posiciones. La evacuación afecta al campo de refugiados palestinos de Yarmuk y a los barrios vecinos de Qadam y Hajar Al-Aswad.
Antes de la guerra, los barrios estaban habitados por unas 160.000 personas, cuyas condiciones de vida se habían degradado notablemente, sobre todo en los últimos meses. Unos 10.000 palestinos habían salido previamente del campo de Yarmuk, en el que aún quedan otros 7.000 más.
Los evacuados se trasladarán a Raqqa, la capial del Califato Islámico, situada en el norte de Siria, o a Marea una localidad cercana a Alepo, fronteriza con Turquía, que está en poder del Frente Al-Nosra.
El acuerdo se concluyó ayer después de cuatro intentos anteriores parecidos. El traslado se está llevado a cabo en 18 autobuses que han salido de Qadam.
Un funcionario de la ONU en Damasco ha asegurado que la organización internacional no ha tenido ninguna participación en el acuerdo, que supone una importante victoria de las fuerzas regulares. Los yihadistas han abandnado su armamento y el gobierno de Damasco asegura la asistencia inmediata a la población que vivía en los tres barrios desalojados.
Desde abril de este año el Califato Islámico y el Frente Al-Nosra se habían apoderado de más de la mitad del campo de refugiados de Yarmuk.