Los fascistas enmascarados eran muy pocos y no se han producido daños, pero su acción se inserta en un gota a gota que desde hace días se está produciendo en toda Italia, a tres meses vista de unas elecciones generales muy reñidas entre los conservadores, los indignados y los progresistas.
Días atrás, un grupo de fascistas entraron en un centro para inmigrantes de Como, en el norte, y leyeron un programa contra la política de acogida. La pasada semana empezó a correr por las redes la imagen de Matteo Salvini, dirigente de la Liga Norte, arropado con la misma imagen –amordazado y delante de la estrella del grupo– de las Brigadas Rojas cuando difundieron la foto de Aldo Moro, dirigente de la Democracia Cristiana, secuestrado por el movimiento guerrillero.
También la pasada semana en Florencia apareció una bandera del Segundo Reich en una pared interna de un cuartel de los carabineros. El pasado mes el diario La Repubblica había relatado que en una sede romana de Forza Nuova, los recién afiliados eran adoctrinados para lanzar “ataques” contras los inmigrantes.
Tras el “asalto” el primer ministro, Paolo Gentiloni, ha llamado al director del diario, Mario Calabresi y el ministro de Interior, Marco Minniti, se ha trasladado a la sede de la redacción. “Antifascismo y libertad de prensa son columnas de la democracia”, ha dicho.
En días pasados el ministro había alertado para no se infravalore el auge del fenómeno de las escuadras de acción fascista, que fueron famosas bajo Benito Mussolini. Andrea Orlando, ministro de Justicia, ha advertido del peligro a “todos aquellos que han considerado como excesiva la alarma y la atención dedicada a este tema”. Ha añadido que “existe un extremismo que ha levantado la cabeza y que es contrario a los valores constitucionales y a nuestras libertades”. Todos los partidos se han sumado con mensajes de solidaridad.
Los fascistas llevaban un cartel en el que se leía: “Boicotea Repubblica y L’Espresso”. Pocos minutos después, el grupo ha colgado en Facebook un escrito en el que se lee: “Antorchas encendidas para iluminar la verdad contra las mentiras de las plumas vendidas del régimen y contra las máscaras en sus caras”. Han justificado su acción, afirmando que “representamos a cada italiano traicionado por quien, con la pluma, favorece el ‘derecho a la nacionalidad’, la invasión y la substitución étnica [por los emigrantes]”.
En el escrito anuncian que se trata “sólo del primer ataque contra quien sirve a los intereses de las oenegés, de las cooperativas y mafias varias… y desde hoy comienza el boicoteo sistemático y militante contra quien difunda la substitución étnica y la invasión… no daremos tregua y les contestaremos en cualquier lugar”.
http://www.elperiodico.com/es/internacional/20171206/ofensiva-de-la-ultraderecha-contra-la-prensa-en-italia-6478922