Varios Guardas Forestales financiados por WWF, el Fondo Mundial por la Naturaleza, está acusados de crímenes cometidos contra los pigmeos de Camerún, República Democrática del Congo y Centroáfrica, según un informe de Survival International publicado ayer.
Los abusos se iniciaron en 1989 y se prolongan hasta el día de hoy. Fueron cometidos por WWF y otro grupo ecologista denominado WCS (Wildlife Conservation Society, Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre), que forma parte del mismo conglomerado que el zoo de Nueva York.
En enero Survival ya denunció a la OCDE al WWF por los atentados cometidos contra las tribus autóctonas pigmeas de Camerún. Ahora el informe menciona más de 200 casos de violaciones de los derechos humanos en los tres países de la cuenca del Río Congo, en el corazón de África, y dos de las tribus pigmeas: los Baka y los Bayaka.
Los pigmeos son expulsados ilegalmente de sus tierras ancestrales por matones pagados por los ecologistas en nombre de la “conservación de la naturaleza”.
Cuando cazan en el interior de las reservas para dar de comer a sus familias, los pigmeos son hostigados, golpeados, torturados e incluso asesinados.
El informe califica los hechos como “colonialismo verde” y propone invertir la jerarquía entre los ecologistas occidentales y la población autóctona: los primeros deben preguntar a los segundos si necesitan ayuda exterior para proteger sus territorios.
Los Baka son un pueblo cazador-recolector que vive en los bosques tropicales de la cuenca del río Congo desde hace generaciones. “Los pueblos autóctonos cuidan mejor que cualquier otro de su entorno. Sólo escuchando a los Baya y los Bayaka y protegiendo activamente sus derechos, las organizaciones de protección de la naturaleza podrán poner fin a los abusos sistemáticos”.
El año pasado Survival acusó a empresa forestal francesa Rougier de desbrozar más de 60.000 hectáreas de bosque en el sudeste de Camerún sin el aval de los Baka.