El organismo da por perdida esta cantidad, si bien señala que esta podría ser más elevada o inferior, según se recoge en el Informe sobre la crisis financiera y bancaria en España (2008-2014) publicado hoy y que anunció que haría en febrero.
Entre esos años, explica el Banco, se inyectó capital a 14 entidades del país por valor de 64.098 millones de euros, de los que la mayor parte (algo más de 54.000 millones) procedieron del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). De esa factura se logró recuperar un total de 4.139 millones.
Al resultado de esa operación, que son 59.959 millones de euros, hay que sumarles otros 10.390 millones de euros que van a costar al Estado las ayudas públicas procedentes de los diferentes Esquemas de Protección de Activos (EPA) y 1.922 millones más procedentes de otros tipos de garantías.
De este modo, la factura de rescatar al sistema financiero español ascendería a 72.271 millones de euros. Sin embargo, el Banco de España considera que se pueden recuperar 12.198 millones, cifra que podría variar dependiendo de cómo evolucione el valor de los activos aún propiedad del FROB (como, por ejemplo, Bankia). De la resta de ambas cantidades salen los más de 60.000 millones que ha costado sostener a la banca española.
A todas estas cifras, además, hay que añadir “las pérdidas que han soportado los antiguos accionistas, los tenedores de preferentes y deuda subordinada”, que en ningún caso se consideran ayudas públicas, así como “los intereses obtenidos ni los gastos incurridos”.