El nuevo año ha empezado con muchos cambios en la política, en el Parlamento. El 20-D ha cambiado completamente el panorama, pero RTVE sigue igual. Allí sigue el PPresidente Sánchez, leal al Partido Popular, al que según sus palabras, ha vuelto a votar. Y a su lado, y a sus órdenes y las de Moncloa y Génova, el director de Informativos José Antonio Gundín, que llegó desde la Razón hace un año para batir los récords negativos de pérdida de credibilidad y caída de audiencia de su predecesor Julio Somoano.
En lo que llevamos de año ya tenemos nuevo presidente de Cataluña, nuevo presidente del Congreso y 218 nuevos diputados que han cambiado completamente el paisaje en el hemiciclo, y hemos visto por primera vez sentada en el banquillo a la hija y hermana de dos reyes. Todo en apenas menos medio mes. Pero seguimos con el mismo gobierno en funciones y la misma RTVE en funciones al servicio del PP.
Gundín y sus Telediarios han empezado el año como si no hubiese pasado nada, con las mismas recetas de manipulación. La línea editorial de cada informativo es la misma que proclama el PP: si Rajoy no sigue en la Moncloa, el país se sumirá en el caos económico e institucional; no hay otra salida que un gobierno del PP al que tienen que apoyar irremediablemente Ciudadanos y el PSOE.
Gundín y sus subdirectores ‘esbirros’, Gilgado, Sastre, Castro, Martín, sus editores ‘comisarios’ Álvarez, Eizaguirre y Carreño, y sus comisarios de Política y Economía, Alcalá y Gómez, han decidido seguir manipulando mientras puedan, como si no hubiera pasado nada. A lo grande y en los pequeños detalles. Han seguido disparando y persiguiendo a Podemos, ninguneando a Ciudadanos y perjudicando en todo lo posible al PSOE. Han seguido censurando y minimizando la corrupción que no abandona al PP -desde Bárcenas, a Rato o De la Serna-.
Si el año pasado los informativos de TVE hicieron todo lo posible por ocultar o contar tarde y de pasada todos los escándalos que salpicaban al Partido Popular, los teledelirios han empezado el año igual. De las nuevas revelaciones sobre Bárcenas, una vez más ni palabra. Nada de la grabación que el exgerente del partido dice guardar con una entrega de un sobre con dinero negro a Rajoy. Nada, de la nueva documentación sobre la financiación irregular del PP, ni por supuesto de libro que va a publicar Bárcenas. Sólo cuando el viernes 15 la Audiencia Nacional ordena reabrir el caso de la destrucción del ordenador en la sede del PP, TVE lo cuenta… ¡en 15 segundos!, perdido en un bloque de breves y seguido justo por dos noticias de corrupción que se asocian a los socialistas, los ERE y el caso Inipro.
Con el caso De la Serna, algo parecido. Los informativos no se han preguntado qué pasaba con su voto en las cábalas del nuevo gobierno. ¿Sería Rajoy presidente con el voto de un presunto delincuente? TVE escondió a De la Serna, cuando recogió sus credenciales, cuando reabrió el Congreso, y el día de la sesión inaugural, cuando le vimos detrás de una columna, TVE despachó la noticia en 10 segundos, en medio de una crónica de anécdotas, peinados y vestimentas del día; una fórmula nada casual, que repitió por orden de la dirección a las 3 y a las 9.
El día anterior, martes, cuando la Audiencia Nacional había decidido abrir una investigación a De la Serna y Aristegui por supuestas comisiones ilegales, en el telediario de las 3 ni palabra, y a las 9 se lo quitan de en medio en menos de 30 segundos, lejos por supuesto de los titulares y mencionando que es del PP, pero sin poner las siglas en el rótulo. Y justo después, y con el mismo tratamiento de estructura y tiempo, colocan la noticia de Covadonga Peremach, la diputada autonómica valenciana expulsada por Podemos por irregularidades en sus elecciones internas.
La corrupción del PP se esconde y la de Podemos se multiplica. El jueves el telediario se volcó con las informaciones de la prensa conservadora sobre la investigación de la UDEF de una presunta financiación irregular de Podemos a través de Irán. Un despliegue que contrastaba con los escasos segundos que se habían dedicado a la apertura de la investigación a De la Serna.
A las 9, los comisarios de Gundín tenían previsto el mismo plan, pero saltó la noticia de las peticiones de prisión que planteaba la Fiscalía de la Audiencia Nacional para los implicados del caso de las tarjetas black de Bankia, entre ellas cuatro años para Rato. Y el teledelirio, que ese día por el fútbol tenía versión reducida de 10 minutos, pretendía contar lo de Rato en 20 segundos, pero mantener 1 minuto y medio para Podemos. Sólo lo evitó la protesta, una vez más, de la redacción. Eso sí, lo de Rato se contó en 25 segundos.
Pero el maltrato y la desigualdad con Podemos se repite cada edición de telediario. El mismo día que despachan las presencia de De la Serna en el Congreso en 6 segundos, le dedican 2 minutos a la polémica de Bescansa y su bebé, en una información en la que el teledelirio de las 3 da voz a todos los críticos, pero no a ella. Se habla de la nueva estética de Podemos, pero no se cuentan sus renuncias a los privilegios de los diputados.
Es la doble vara que lleva meses sufriendo la alcaldesa Carmena, y que ha sufrido de nuevo en enero, protagonista de la polémica con la cabalgata y la vestimenta de los Reyes, pero sin contar que el ayuntamiento había eliminado las entradas vips para dárselas a discapacitados. O el despliegue de TVE sobre su supuesta primicia del abandono del grupo chino Wanda de su inversión en el rascacielos de la Plaza de España de Madrid por las trabas del ayuntamiento, que poco después quedaba en confusa posibilidad. La cacareada primicia de la comisaria Gómez en el telediario de las 3 fue tan efímera que a las 9 desapareció del teledelirio.
Si a Podemos le disparan, a Ciudadanos le ningunean. El martes el TD trompetea en portada las medidas de regeneración política de Cristina Cifuentes, sin mencionar a Ciudadanos, ni recordar que fueron exigencia de apoyo de la formación naranja al PP para permitir su gobierno. En las informaciones, solo habla Cifuentes hasta cuatro veces y nadie de Ciudadanos ni del resto de la oposición. El miércoles, cuando se constituye el Congreso, y Albert Rivera hace sus primeras declaraciones ya como diputado desde el escritorio del Congreso, silencio en TVE, ni en el 24 Horas en directo, ni luego en el Teledelirio se recoge su primera declaración como diputado.
Del PSOE interesa destacar las diferencias internas y las confrontaciones con Podemos que harán imposible cualquier intento de pacto y minimizar sus propuestas e iniciativas legislativas. El jueves, los teledelirios, mezclaron las iniciativas de PSOE, con las de Ciudadanos y Podemos en un directo de apenas 30 segundos, en el que claro, “no hubo tiempo” para contar la petición del PSOE para regenerar RTVE. Pedro Sánchez volvió a TVE con el lazo naranja pero una vez más los informativos de RTVE escondieron a sus espectadores las exigencias de acabar con la manipulación en RTVE.
Lo que está claro es que los teledelirios siempre tienen una posición. Si empieza el juicio de la Infanta, en TVE se colocan del lado de la fiscalía y el lunes silencian a la portavoz de la acusación popular; se insiste en seguir la doctrina Botín, pero no se habla de la doctrina Atutxa, se ocultan las críticas a la fiscalía y a Hacienda de proteger como sea a la infanta, pero emiten las declaraciones del ministro de Justicia defendiendo a la Fiscalía y a Hacienda. En el caso Arena, en el arranque del juicio se consigue no mencionar el PP ni a la alcaldesa Ana Botella, ni en la información ni en las piezas de contexto recordatorias. Y la reapertura de la comisión del accidente del Metro Valencia lo liquidan en 20 segundos.
En Cataluña, TVE va descaradamente contra el nuevo Gobierno catalán, como ya iban contra Mas. Se cuenta muy de pasada que el rey no quiso recibir a la presidenta de Cataluña, retorciendo la frase con una formula ciertamente imaginativa, diciendo que “la presidenta ha comunicado el nombramiento por correo a petición del rey”. Se dice que en el BOE no se agradecen los servicios prestados de Mas, pero no se cuenta, como sí hacen otros medios, que la redacción la impuso el gobierno. Y, por encargo, la redacción paralela elabora una información sobre la fórmula de promesa del cargo de Puigdemont dando por hecho casi que hay delito, incluyendo dos opiniones de expertos apoyando la tesis de que Puigdemont está ejerciendo el cargo de forma ilegal, y escondiendo cualquier opinión de otros expertos que por lo menos lo dudan.
La situación de RTVE no ha dejado de ser un problema. Todo lo contrario. Es urgente acabar cuanto antes con esta etapa de manipulación mediocre e impúdica […]