Este año China será la única economía importante que crece. Impulsados por un fuerte consumo interno, los índices bursátiles de Shanghai y Shenzhen batieron registros.
El martes el valor total de las acciones cotizadas en las bolsas de Shanghai y Shenzhen alcanzó un nuevo máximo de 10.080 millones de dólares al cierre de la sesión. “Esta es una cifra significativa, especialmente después de una pausa en el rally [movimiento ascendente] de las acciones”, dijo Hao Hong, economista jefe de Bocom International en Hong Kong.
El índice CSI 300 de las principales acciones cotizadas en Shangai y Shenzhen subió un 0,3 por ciento al cierre del 13 de octubre, avanzando hacia una ganancia del 18 por ciento desde principios de año, mejor que los principales índices bursátiles del mundo.
El aumento se debió a varios factores: la rápida recuperación de la economía china, la apreciación del yuan y el aumento del número de ofertas públicas iniciales de empresas chinas. El lanzamiento del mercado Star al estilo del Nasdaq en Shangai el año pasado también atrajo inversiones.
El mismo día, Pekín publicó datos comerciales positivos. Por ejemplo, durante la llamada semana de vacaciones doradas a principios de octubre, en la que cientos de millones de chinos de todo el país viajan para visitar a sus familias, el gasto familiar aumentó casi un 5 por ciento en comparación con el año pasado.
Ayer la bolsa de Hong Kong también terminó en alza registrando su tercera ganancia semanal consecutiva. El índice Hang Seng subió un 0,9 por ciento, mientras que el índice de negocios de China, que hace un seguimiento de las empresas del continente que cotizan en Hong Kong, subió un 1,6 por ciento.
En su boletín de octubre, el Fondo Monetario Internacional revisó al alza su previsión para China y prevé un crecimiento de casi el 2 por ciento para este año en su conjunto, frente a una recesión del 5,8 por ciento para las economías más desarrolladas.
El año que viene la economía china seguirá siendo la locomotora del crecimiento mundial, con un salto de más del 8 por ciento frente a un promedio mundial de 5,2 por ciento (la misma cifra que en la eurozona), mientras que en Estados Unidos se espera que el repunte sea sólo del 3,1 por ciento.