La siderúrgica Thyssenkrupp despide a 11.000 trabajadores

Es otra señal del hundimiento de la industria europea y, singularmente, de la alemana: el gigante alemán Thyssenkrupp eliminará alrededor de 5.000 puestos de trabajo y subcontratará cerca de 6.000 puestos en su rama siderúrgica. El holding se ha comprometido a financiar su filial siderúrgica en dificultades sólo durante los próximos veinticuatro meses.

Thyssenkrupp eliminará o subcontratará 11.000 puestos en su filial siderúrgica de aquí a 2030, anunció ayer la empresa. El conglomerado industrial se enfrenta a dificultades crecientes relacionadas con la superproducción, el aumento del coste de la energía y la competencia del acero chino.

En la división que sufre pérdidas eliminarán alrededor de 5.000 puestos de trabajo y se subcontratarán 6.000, más del 11 por cien de su fuerza de trabajo. Thyssenkrupp añade que quiere reducir los costes salariales una media del 10 por cien en los próximos años, para adaptarlos a la competencia. “Queremos tener éxito en la reorganización del acero, si es posible sin despidos económicos”, dijo el director Miguel López.

En su nota de prensa de ayer, Thyssenkrupp asegura que estas medidas son “necesarias para mejorar la productividad y la eficacia operativa” de su filial siderúrgica Thyssenkrupp Steel, “y para alcanzar un nivel de costes competitivo”.

La empresa también presentó un plan para acabar con la superproducción. La capacidad de producción de acero se reducirá hasta una horquilla de entre 8,7 y 9 millones de toneladas, frente a los 11,5 millones actuales. Además, se cerrará la planta de Kreuztal-Eichen (oeste de Alemania), que emplea a 1.000 trabajadores.

Al mismo tiempo, el holding tiene intención de deshacerse de su filial Thyssenkrupp Steel. El proceso se aceleró en mayo con la adquisición del 20 por cien de las acciones por parte del empresario Daniel Kretinsky, a través de su holding EPCG, y actualmente negocia la recuperación de un 30 por cien adicional, con el objetivo de crear una sociedad mixta.

Durante este ejercicio contable, el volumen de negocios del sector siderúrgico cayó un 18 por cien, hasta 10.000 millones de euros, agravando la pérdida anual del grupo que se situó en 1.500 millones de euros.

El holding alemán del acero tiene casi 100.000 trabajadores, de los que 27.000 están en las fábricas siderúrgicas. El proyecto es una “catástrofe para los trabajadores y la industria de Renania del Norte-Westfalia”, cuna del grupo en el oeste de Alemania, dijo el sindicato IG Metall.

A primera hora del lunes, el holding se comprometió a financiar a la filial durante los próximos dos años. Thyssenkrupp quiere reestructurar su rama siderúrgica, una actividad histórica lastrada por el aumento del coste de la energía y la competencia china.

El fabricante de acero debe financiar su descarbonización, un proyecto que cuesta 3.000 millones de euros, aunque la factura final podría ser mayor. A Thyssenkrupp le gustaría fabricar “acero limpio” producido a partir de hidrógeno procedente de energías renovables, pero necesitaría inversiones masivas que no puede abordar, ni siquiera con subvenciones públicas.

Thyssenkrupp tiene previsto inaugurar su producción de “acero verde” en 2027 en su sede de Duisburg, gracias a más de 2.000 millones de euros en subvenciones públicas. Pero las previsiones económicas no son realistas. Las instalaciones pueden ser mucho más costosas y algunos consideran que nunca se van a poder llevar a cabo.

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