Desde la Plataforma Libertad Pablo Hasel hace tiempo ya denunciábamos un episodio de acoso policial cuando un compañero se encontró su domicilio registrado y otro su vehiculo. Para nada nos sorprenden estas operaciones policiales, somos conscientes de la vigilancia que padecemos mediante intervenciones telefónicas y seguimientos de todo tipo, por el simple hecho de ser solidarios con Pablo Hasel y organizarnos contra este régimen podrido.
Pero este acoso más explicito ha ido en aumento desde que la Audiencia Nacional dio 10 dias a Pablo Hasel para ingresar voluntariamente en prisión. Tienen miedo porque saben que no nos quedaremos de brazos cruzados ante este encarcelamiento, que organizaremos la solidaridad para conquistar la libertad de nuestro compañero y que cada vez más personas ven verdaderamente en qué Estado vivimos.
Ayer despues de reunirnos para terminar de organizar la campaña solidaria, nos dirigíamos hacia el coche cuando de repente vimos un Renault Megane con dos personas dentro que nos miraban y aparcaban. A continuacion cuando seguíamos caminando, una de las personas salió del coche y de lejos nos miraba, para luego volver a seguirnos y aparcar unos metros delante de nosotros, después aparece otro coche con otro policía secreta en el interior que aparca justo detrás del otro vehículo. Decidimos entrar en un establecimiento para coger cena para llevar, concretamos otro punto de encuentro mientras dos compañeros van a buscar el coche.
Cuando llegamos al coche se encuentran las dos guanteras abiertas con los papeles del coche revueltos. Nos vamos del lugar y el Renault nos sigue durante un rato hasta que se van a otro lugar. Cuando por fin nos pensamos que nos han perdido de vista y vamos a otro punto de encuentro, nos volvemos a encontrar los dos vehículos que nos siguen lentamente mientras caminamos, junto con policías de paisano caminando por la zona. Uno de ellos lo pudimos identificar porque también estuvo dando vueltas por la zona donde hicimos la asamblea abierta. Decidimos marchar a nuestros domicilios, pero aquí no acaba todo.
Unos compañeros que viven en un pueblo marchan juntos en el mismo vehículo y observan cómo el Renault les sigue desde Lleida y cuando llegan al pueblo para dejar un compañero, se encuentran un coche de la secreta frente a su domicilio. Deciden subir todos para conseguir que se vayan, cuando de repente desde el domicilio ven dos patrullas de los Mossos (junto con los coches de la secreta) intentando entrar en el vehículo.
Deciden bajar para recriminarles y los obligan a abrir el vehículo para cachearle, los identifican sin dar ningún tipo de explicación y uno de los policías los fotografia con su teléfono móvil. Cuando un compañero le pregunta que para qué los fotografía, éste le responde “porque soy policia y puedo hacer fotos en la vía publica” y le pregunta de forma amenazadora mientras se le acerca, si tiene algún problema. Finalmente les dejan marchar.
Todo esto lo hacen con el objetivo de meternos miedo, pero no lo conseguirán, seguiremos organizando la solidaridad con Pablo Hasel que en los próximos días será secuestrado por los cuerpos represivos.