Cinco barrios de Raqqa, donde los yihadistas habían instalado su centro de operaciones, han sido escenario de combates entre residentes de Raqqa: los de Dariya, Ramliya, Firdus, Al Uyaili y Al Bakri. Los manifestantes han izado en ellos la bandera de la República Árabe Siria.
Las banderas aparecieron en los cinco barrios de Raqqa, lo que incitó a los habitantes de los mismos a descender a las calles para expresar su apoyo al ejército regular.
Poco después, se produjeron violentos enfrentamientos entre residentes y terroristas takfiríes.
El sábado los milicianos del Califato Islámico bloquearon las salidas de la ciudad para impedir cualquier abandono del feudo por parte de sus habitantes.
Sin embargo, unos 200 combatientes decidieron pasarse al lado del ejército regular y luchar contra sus antiguos compañeros.
Según fuentes militares, los combates entre los ciudadanos de Raqqa y los terroristas del Califato Islámico se intensificaron en los cinco barrios mencionados.
Los habitantes tienen sus esperanzas puestas en los avances del ejército regular y sus aliados populares en el este de la provincia de Alepo y el noreste de la de Hama, que están amenazando a la autoproclamada capital del Califato Islámico.
Desde octubre de 2015, el ejército regular ha capturado unas 50 localidades en el este de Alepo durante una ofensiva que levantó el sitio impuesto por el Califato Islámico a la base aérea de Kuweires.
Además, las fuerzas del gobierno han avanzado a lo largo de la Autopista M45 de Hama a Raqqa y han alcanzado el lado occidental de la provincia de Raqqa. Por su parte, los combatientes kurdos del las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) han tomado el control sobre la zona norte de la provincia.