La Mano Muerta: las represalias nucleares de Rusia ante un ataque por sorpresa

El sistema de relaciones internacionales edificado en 1945 se ha desmoronado por completo, lo que ha convertido al mundo actual en una pelea de perros hambrientos.

Con el sistema internacional se han desmoronado los tratados de desarme, que aparecieron a partir de los sesenta, cuando los imperialistas comprendieron que no eran capaces de acabar con la URSS por la fuerza.

Hoy el desarme ha acabado. El Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio desapareció porque Estodos Unidos no quiso renovarlo. El año que viene desaparecerá el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas por el mismo motivo.

Un repaso superficial a los términos que emplean los medios para describir la caída de la URSS muestra su naturaleza militar: “hemos vencido”, “el comunismo ha sido derrotado”, etc. Si Rusia es la consecuencia de esa “derrota”, no tiene ningún sentido pactar con quien ha rendido sus armas.

Los imperialistas se sienten fuertes y no quieren atarse las manos con tratados. El rearme, el militarismo, las amenazas y las agresiones muestran al imperialismo en todo su esplendor, tal y como lo describió Lenin hace más de un siglo, con su “tendencía a la violencia y a la reacción” (1).

La naturaleza imperialista y militarista de un país, como Estados Unidos, se pone de manifesto en su estrategia militar, lo que a su vez se manifesta en el tipo de armamento que fabrica y, sobre todo, en el desarrollo de ciertas tecnologías.

Dicha estrategia se caracteriza por su agresividad, que fuerza a los demás a defenderse, lo que es perceptible en el mismo terreno: en el de las estrategias, las armas y la tecnología.

Por ejemplo, Rusia desarrolla proyectos de disuasión estratégica, como el denominado “Mano Muerta”, también conocido como “Perímetro”, un sistema de control automático de armas nucleares para responder a un ataque nuclear previo (2).

La Mano Muerta entró en servicio en 1985 y en tiempos de paz hiberna, esperando una señal de alerta temprana de ataque con misiles nucleares. Al activarse, envía misiles de mando con ojivas especiales que transmiten órdenes de lanzamiento codificadas a todos los portadores de armas nucleares de los componentes marítimos, aéreos y terrestres de las fuerzas nucleares estratégicas rusas.

Está equipado con un cortafuegos humano, un oficial de guardia que lo puede cambiar a un modo automático. Por lo tanto, no hay riesgo de lanzamiento accidental o no autorizado de misiles. Después de recibir una orden o señal para lanzar misiles desde el territorio de otros países, la Mano Muerta cambia al modo de combate automático. Utilizando una red de sensores a gran escala, registra los signos de un ataque nuclear inminente.

La decisión de lanzar misiles de mando se toma por un sistema autónomo de mando y control, un complejo sistema de inteligencia artificial. El sistema recibe y analiza diversas informaciones sobre la actividad sísmica, la radiación, la presión atmosférica y la intensidad de las interferencias en las radiofrecuencias militares. Supervisa la telemetría de los puestos de observación de la fuerza de misiles estratégicos y los datos de los sistemas de alerta temprana.

Antes del lanzamiento, el sistema verifica cuatro condiciones. Primero determina si ha ocurrido una explosión nuclear en territorio ruso. En caso afirmativo, el sistema verifica el enlace de comunicación con el centro de operaciones del Estado Mayor. Si se establece una conexión, el sistema, después de un período de tiempo, de 15 minutos a 1 hora, sin más señales de un ataque, asumirá que un número de funcionarios con el poder de dar la orden de atacar están todavía vivos y se apaga. Si el centro de operaciones del Estado Mayor no responde, el sistema envía una solicitud a Kazbek, el sistema automático de mando y control de las fuerzas nucleares estratégicas. Si tampoco hay respuesta, el sistema transfiere automáticamente la autoridad de lanzamiento al personal del búnker de mando y lanza el ataque de represalia

Todos los canales a través de los cuales la Mano Muerta recibe su información se comprueban repetidamente para evitar la transmisión de información falsa.

La Mano Muerta forma parte del sistema de puestos de mando aéreo “Zveno”, desarrollado en los tiempos de la URSS. “Zveno” incluye el puesto de mando y control aéreo en el avión Il-86VKP, el radiotransmisor aéreo en el avión Il-76RT, los misiles de mando de silo “Perímetro” y los misiles de mando móviles “Gorn”.

En tiempos de amenaza, tres Il-86VKP tendrían a bordo al Comandante Supremo en Jefe de las Fuerzas Armadas, al Ministro de Defensa y al Jefe del Estado Mayor, respectivamente. El Il-86VKP es capaz de desplegar una antena de 8 kilómetros de longitud, que ni siquiera los pulsos de las explosiones nucleares pueden alcanzar. Gracias a esta antena, la aeronave puede transmitir órdenes de lanzamiento de todos los misiles intercontinentales del país, incluso si todos los puestos de mando subterráneos son destruidos por el ataque nuclear del agresor.

El avión de retransmisión de radio Il-76RT comunica las órdenes de lanzamiento de misiles en zonas remotas, incluidos los desplegados en submarinos. De esta manera, la Mano Muerta garantiza un ataque de represalia devastador en caso de interrupción de las comunicaciones y la destrucción de los puestos de mando después del primer ataque nuclear sorpresa del enemigo. Sus misiles de mando lanzan sus ojivas al espacio, donde ningún satélite hostil o explosión nuclear puede alcanzarlas, y desde allí activan a las fuerzas nucleares para atacar al agresor.

Tras la desaparición de la URSS, en 1995 la Mano Muerta fue retirada de las misiones de combate y no se restabeció hasta 2011. El exitoso lanzamiento de prueba del misil 15Yu75 tuvo lugar en Plesetsk en 2016.

Además, la Mano Muerta se ha modernizado. En diciembre del año pasado el Ministerio ruso de Defensa anunció su intención de firmar un contrato para el nuevo complejo de misiles Sirena-M, la variante más moderna del sistema de misiles de mando y del misil de mando para la Mano Muerta. Los ensayos del misil Sirena-M, que se basa en la primera versión del misil balístico intercontinental Topol, comenzaron en 1990. El Sirena-M entrará en servicio en 2025.

(1) Lenin, El imperialismo fase superior del capitalismo, Pekín, 1972, pg.115
(2) https://southfront.org/dead-hand-russian-real-life-doomsday-machine/

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