La guerra naval británica contra Rusia en el Mar Negro

Desde el Golpe de Estado fascista de Ucrania, la Marina británica ha tenido un protagonismo importante en el Mar Negro y durante la guerra ha dirigido una ofensiva contra Rusia de drones y misiles. Es responsable de los ataques actuales a los mercantes rusos y está probando una nueva generación de drones navales para seguir hundiendo más buques rusos.

La Marina británica también ha llevado a cabo campañas masivas de intoxicación acusando a Rusia de ser responsable de varios ataques que nunca tuvieron lugar. Fueron los británicos los que, dentro de la Red de Ataques del Mar Negro (BSAN), obligaron a sacar a la flota rusa del puerto de Sebastopol (1), en la península de Crimea. Han disparado misiles Storm Shadow contra varios buques rusos. Los drones navales fabricados en Reino Unido y dirigidos por la inteligencia británica han atacado el puente Kerch, así como transportes rusos (2).

En 2023 y comienzos de 2024 los drones navales de la BSAN tuvieron varios éxitos y también algunos fracasos. Hundieron el buque lanzamisiles ruso Ivanovets, de la clase Tarantul. Entonces la Armada rusa puso en marcha un plan para destruir la parte más preocupante de la BSAN: el programa de drones navales.

Con unas cuantas naves oxidadas como cebo, el mando ruso observó las señales durante los ataques ucranianos y destaparon la red británica. Tras un ataque contra el patrullero Serguei Kotov, Zelensky organizó un acto oficial para poner medallas a los participantes en un hangar de Odesa. Entre ellos varios oficiales británicos, operadores de drones y agentes de inteligencia.

Los rusos lanzaron un misil Iskander, aniquilando a buena parte de las fuerzas navales de la OTAN que operaban en el Mar Negro. Los medios ucranianos presentaron la acción como un intento fracasado de asesinar a Zelensky.

Pero los ataques cesaron.

Los mercantes civiles se convierte en objetivos militares

No obstante, meses después la campaña naval británica ha reaparecido como ataques contra petroleros y mercantes que amarran en los puertos rusos, es decir, que los objetivos ya no son militares sino civiles (4), lo cual es un salto cualitativo muy importante.

Como ya expusimos en otra entrada, el Mar Báltico ya es el escenario de una guerra naval larvada y en todos los incidentes los buques no eran militares.

El mes pasado dos petroleros, el Seajewel y Seacharm, padecieron explosiones cuando navegaban por el Mediterráneo.

A principios de febrero también fue atacado el Grace Ferrum frente a las costas de Libia. Los tres sufrieron daños similares: agujeros en los cascos bajo la línea de flotación.

A finales de diciembre el buque de carga ruso Ursa Major se hundió frente a las costas españolas tras una explosión.

Lejos del Mediterráneo, el petrolero turco Koala, que transportaba 130.000 toneladas de fuel, se preparaba para salir del puerto ruso de Ust-Luga cuando tres explosiones destrozaron la parte trasera de la nave el 9 ce febrero, obligando a la tripulación a evacuar (5).

Hasta ahora cinco buques han sido hundiidos o dañados por minas adosadas a los cascos después de haber zarpado de puertos rusos. Es una campaña de intimidación destinada a disuadir a los armadores y operadores de barcos para prestar servicio al transporte ruso de mercancías.

La nueva generación de drones navales británicos

Ucrania carece de la capacidad naval para llevar a cabo esos ataques. Los autores e inspiradores son los británicos que, a través sus actividades mercantiles y militares (clasificación de los buques, seguros marítimos, agencias de reclutamiento de las tripulaciones), tienen acceso a los puertos y una información muy completa.

La guerra naval va a continuar, porque la Marina británica ya ha probado dos nuevos drones navales: Snapper y Wasp. El 30 de enero el diputado laborista Luke Akehurst preguntó por dichos drones (6) y el Ministerio de Defensa respondió con claridad meridiana: han desarrollado ambos drones rápidamente para apoyar a Ucrania.

La Marina británica tiene además un tercer sistema de drones navales furtivos en desarrollo, el proyecto Cookson, para el que ha invitado a otros socios de la OTAN. Las nuevas armas se han diseñado para llevar a cabo operaciones navales en Ucrania.

Mientrasa los drones Snapper y Wasp podrían aparecer en el Mar Negro en los próximos meses, falta un año para que Cookson entre en acción.

(1) https://www.thesun.co.uk/news/26453197/brit-drones-putin-black-sea-fleet/
(2) https://ukdefencejournal.org.uk/british-surveillance-aircraft-again-over-black-sea/
(3) https://splash247.com/series-of-tanker-explosions-around-the-med-add-to-european-shipping-security-concerns/
(4) https://www.tradewindsnews.com/tankers/-multiple-mines-mysterious-explosions-on-russia-trading-tankers-ignite-fears-as-fresh-attacks-emerge/2-1-1782210
(5) https://www.themoscowtimes.com/2025/02/09/russia-probes-explosion-on-oil-tanker-a87921
(6) https://ukdefencejournal.org.uk/new-british-naval-drones-in-testing-for-ukraine/

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo