Eso es aún más importante cuando se trata de cuantificar la economía de un país tan diverso que tiene 1.400 millones de habitantes que aún viven en épocas distintas de la historia.
Los que tratan de seguir manteniendo la ficción de que Estados Unidos es el número uno mundial en todo aseguran que la economía de China es más pequeña de lo que se dice.
El PIB chino es de más de 10 billones de dólares, lo que representa un 16,7 por ciento de la economía mundial.
Sin embargo, el tamaño depende de la manera de medir y de los términos de comparación. En magnitudes como la paridad de poder adquisitivo, por ejemplo, China ya ha adelantado a Estados Unidos como primera economía mundial.
El director de mercados emergentes en Franklin Templeton, Mark Mobius, sostiene que hay una parte de la economía china que no está contabilizada en las estadísticas oficiales, ya que «el país está pasando de ser una economía orientada a la producción y la fabricación a convertirse en una economía dirigida por el sector servicios». Y en esta transición las cifras tardan en actualizarse.
Los expertos de Rhodium Group opinan lo mismo: la economía de China es más grande de lo que los datos oficiales sugieren. Los economistas de esta firma sostienen que el sector servicios es de los más complicados de medir. Además, el sector de la construcción es todavía más grande de lo que las estadísticas reflejan.
El tamaño de la economía es relativamente importante, puesto que un PIB más grande hace que la deuda en términos relativos (deuda/PIB) sea menor. Además, la productividad por trabajador también sería más elevada de lo que se están publicando.