La denuncia se produce casi una década después de que Estados Unidos asegurara que había prohibido las llamadas “técnicas de interrogatorio mejoradas”, un eufemismo para referirse a la tortura que fue aprobada por Bush.
Melzer afirmó que Estados Unidos está “en clara violación” del derecho internacional por “no procesar el delito de tortura bajo custodia de la CIA” y agregó que Estados Unidos envió “un mensaje peligroso de complacencia e impunidad a sus sicarios.
El Pentágono ha desmentido las afirmaciones de Melzer de que la práctica de la tortura continua en Guantánamo., pero un informe de 2014 del Comité de Inteligencia del Senado reconoció el uso de la tortura por parte de los Estados Unidos, contra los detenidos en la “guerra antiterrorista”.
Estados Unidos abrió el campo de concentración de Guantánamo en 2002 para albergar a los detenidos, junto con otro tipo de centros similares por todos el mundo, encerrados de manera secreta y sin juicio previo.
Desde su apertura, Guantánamo, también conocida como Gitmo, ha albergado a casi 800 detenidos torturados y en situación ilegal.
Obama admitió que la CIA había “torturado a personas” desde 2001. Antes de llegar a la presidencia, prometió cerrar el campo, pero al final no cumplió.
Hay 41 hombres retenidos en Guantánamo; 26 nunca han sido acusados de un delito, y cinco continúan detenidos a pesar de haber recibido autorización para ser liberados, según un informe de marzo de 2017 de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos.