Ahora el gobierno de Trump ha cancelado ese programa, lo que ha sido muy mal recibido por los mercenarios, que se sienten traicionados y abocados al paro… salvo que algún otro país suplemente aquel programa.
Los mercenarios se han quejado al diario Financial Times (*) de que ni la CIA ni sus jefes directos les advirtieron del cambio en la política terrorista de la Casa Blanca desde los tiempos de Obama.
Un funcionario estadounidense ha confesado a la agencia Reuters que la cancelación del programa es una concesión muy importante a Rusia porque los yihadistas aún mantienen extensas regiones de Siria en su poder. Ahora se trata de saber qué tipo de concesiones habrá realizado a cambio el gobierno de Putin.
El comandante de la División 101, Hassan Hamadeh, no quiere abrir los ojos ante la nueva situación. Dice que la información sobre la cancelación del programa de la CIA les ha sorprendido, pero que sobre el terreno no ha cambiado nada; en la Sala de Operaciones, donde la CIA dirige los combates, nadie ha confirmado nada a ninguno de los grupos yihadistas que colaboran con la agresión imperialista.
Otro comandante yihadista que no da su nombre le asegura al Financial Times que el apoyo estadounidense ya venía decreciendo en los últimos meses, pero que el último mes habían logrado cobrar sus salarios. No obstante, cree que la decisión de la Casa Blanca es definitiva. “El apoyo de la CIA se ha acabado”, concluye.
Un conocido opositor al gobierno sirio que trabaja por cuenta del Departamento de Estado ha informado de que esta semana en una reunión el nuevo gobierno de Trump informará a sus aliados sirios de las líneas generales que deben poner en marcha a partir de ahora.