Sarraj y Haftar |
Putin lo anunció como una eventualidad para cuando acabara la Guerra de Siria, que es otro formalismo: la victoria ya es una realidad y el dispositivo aéreo no regresará a Rusia sno que se trasladará a Egipto. En Siria quedarán los consejeros militares y la defensa antiaérea, dejando en evidencia que la presencia militar de Estados Unidos en Rojava no tiene otro objetivo que el de sostener a los kurdos de las FDS, una maniobra similar a la Irak.
La intervención aérea en Libia esperará a las elecciones presidenciales rusas, que se celebran en marzo. Una de las bazas electorales es la victoria en Siria y el repliegue del grueso de las tropas.
Algunos comentaristas indican que la aviación rusa ya está interviniendo en el Sinaí en apoyo a las tropas egipcias. Hay que recordar que en 2015 los yihadistas derribaron un avión ruso, matando a 224 civiles, por lo que hay una cuenta pendiente. Otros indican que los ataques rusos alcanzan las posiciones yihadistas en Libia.
Los militares rusos vuelven así a los tiempos soviéticos, cuando el Ejército Rojo estuvo presente en Egipto hasta 1972, cuando Sadat volvió la mirada hacia el imperialismo.
La presencia militar de Rusia en Libia podría plantearía el dilema de su posicionamiento con los dos bandos en liza: Sarraj y Haftar. No habrá nada de eso. Rusia ya ha demostrado en Oriente Medio que sostiene una posición muy diferente de la de Estados Unidos y otras potencias imperialistas. También en Libia mantiene relaciones con ambas partes y nunca dejará de hacerlo. Es más, posiblemente además de aviones, Rusia envíe a Libia mediadores capaces de recompener los pedazos en que la OTAN dejó descompuesto al país norteafricano en 2011.