Tras las palabras del Ministro de Asuntos Militares de Israel, que admitió que Assad había ganado la guerra, y un ataque israelí contra los yihadistas que operaban en los Altos del Golán, el cierre del hospital de campaña israelí destinado a prestar atención médica a los terroristas heridos durante los enfrentamientos en Siria atestigua el cambio de actitud del gobierno de Tel Aviv.
Tras el avance del ejército sirio, que puso fin a la presencia de yihadistas en las regiones occidentales de Siria, el ejército israelí informó del cierre de su hospital de campaña para terroristas en el Golán ocupado.
Situado a lo largo de la línea de demarcación con Siria, el hospital estaba destinado a tratar a los terroristas heridos durante los combates en Siria, terroristas que, durante siete años de guerra, gozaron del apoyo de Tel Aviv.
El ejército israelí afirma que el hospital de campaña fue creado junto con Friendship, una organización benéfica estadounidense, como parte de la llamada operación de buena vecindad para proporcionar ayuda humanitaria.
Al retomar la ciudad de Quneitra, el 26 de julio el ejército sirio puso fin a la presencia yihadistas en el oeste del país y en la frontera del Golán ocupado, así como a la intervención de Israel en la guerra.
Israel también se ha encargado de la evacuación de los miembros de los Cascos Blancos, otra organización seudohumanitaria creada por la OTAN para desinformar sobre la guerra.