Lanzagranadas entregado al Batallón Azov |
En su canal de YouTube, el Batallón Azov muestra a sus matones con rifles Tavor fabricados con licencia israelí, a pesar de que el departamento de exportación de armas del Ministerio de Defensa israelí asegura que son “cuidadosos en conceder licencias” a los exportadores de armas “en plena coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores y otras instituciones gubernamentales”.
Los rifles Tavor se fabrican con licencia de IWI (Israel Weapon Industries), por lo que deben ser autorizados por el gobierno israelí. IWI comercializa el Tavor como el principal arma de las fuerzas especiales israelíes. Se ha utilizado en las recientes masacres de palestinos desarmados que participaron en la marcha de retorno a Gaza.
Fort, la empresa armamentística pública ucraniana, fabrica los rifles con licencia y tiene una página sobre el Tavor en su sitio web. El logotipo de Israel Weapon Industries también aparece en dicho sitio, incluida la página “Nuestros socios”.
El Batallón Azov, que comenzó como una banda de matones fascistas, es una de las muchas milicias de macarras integradas como unidades de la Guardia Nacional ucraniana. En 2013, durante las manifestaciones en la Plaza Maidan, los matones de Azov se enfrentaron a la policía antidisturbios del gobierno, lo que abrió las puertas al golpe de Estado que derrocó al presidente Viktor Yanukovich.
Cuando comenzó la guerra del Donbas, el nuevo gobierno de Kiev armó al Batallón Azov, que pronto cayó bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior ucraniano y participó en algunos de los enfrentamientos más sangrientos del Donbas.
Los informes de la ONU y Human Rights Watch acusan al Batallón de cometer crímenes de guerra contra las milicias que defienden el Donbass, incluyendo torturas, violaciones y ataques contra viviendas civiles.
Ahora el Batallón está encabezada por Arsen Avakov, el Ministro del Interior ucraniano, qyue es quien paga a los neonazis que los forman. El ministro ha nombrado a uno de los criminales del Batallón, Vadym Troyan, como su ayudante, y le ha otorgado el control de la policía.
Azov: nazis, macarras y racistas
El año pasado, Avakov se reunió con el ministro israelí del Interior, Aryeh Deri, para discutir sobre la cooperación entre ambos países.
El fundador y primer comandante militar del Batallón Azov, Andriy Biletsky, es ahora miembro del Parlamento ucraniano, donde ha propuesto leyes que prohiben la “mezcla racial” y se ha comprometido a “restaurar el honor de la raza blanca”.
En 2014 Biletsky escribió que “la misión histórica de nuestra nación en este momento crítico es dirigir a las razas blancas del mundo en una cruzada final por la supervivencia. Una cruzada contra los ‘Untermenschen’ [infrahumanos] dirigidos por los semitas”.
Es habitual que los instructores del Batallón lleven tatuajes nazis y racistas, incluyendo una esvástica, el símbolo del cráneo de las SS y un tatuaje del Orgullo Blanco. Un soldado de Azov le explicó al The Guardián que estaba luchando contra Rusia porque “Putin es judío”.
Otro elogió a Hitler en una entrevista con un corresponsal del Telegraph, dijo que la homosexualidad es una “enfermedad mental” y que la extensión del Holocausto “es un gran problema”.
Un sargento instructor de Azov admitió a USA Today “riéndose” que “la mitad de sus camaradas son nazis”. Un portavoz del Batallón minimizó las declaraciones asegurando que no era así: “sólo” el 10 ó 20 por ciento de los miembros del grupo son nazis. Sin embargo, el sargento juró que al final de la Guerra del Donbas, los macarras marcharán sobre Kiev para derrocar a un gobierno que consideran corrupto.
Cuando el fundador del Batallón, Biletsky, entró en el Parlamento, amenazó con disolverlo: “Estamos aquí reunidos para comenzar la lucha por el poder”.
Este año el Batallón ha fundado una nueva “Milicia Nacional” para llevar la guerra a las casas. La banda se ha puesto al frente de la ola creciente de agresiones racistas y antisemitas en Ucrania.
Dirigido por militares veteranos, la unidad se ha especializado en pogromos. A principios de este mes de julio, los macarras se pusieron sus capuchas, cogieron sus hachas y bates de béisbol y destruyeron un campamento gitano en Kiev. En un video de YouTube, aparentemente filmado por los propios matones, la policía llega al final, cuando el campamento está casi destruido. Los policías observan sin hacer nada, mientras los nazis gritan: “¡Gloria a la nación! ¡Muerte a los enemigos!”
El nazismo asciende gracias al apoyo de las grandes potencias
La asistencia militar de Israel a Ucrania y sus neonazis imitan programas similares en Estados Unidos y otros países de la OTAN, incluyendo Gran Bretaña y Canadá.
Es un regreso al comienzo de la Guerra Fría, cuando la CIA apoyó a los fascistas para que se infiltraran en Hungría desde Austria en 1956, donde masacraron a los comunistas porque eran judíos y a los judíos porque eran comunistas.
El mes pasado la página web de Azov informó de una reunión con el agregado militar de la embajada canadienseen Kiev, el coronel Brian Irwin. Según Azov, los canadienses concluyeron la reunión expresando “sus esperanzas en una cooperación fructífera”.
Posteriormente, un portavoz del Ministerio de Defensa canadiense emitió una declaración en la que admite que entrenan a las fuerzas armadas ucranianas a través de la Operación Unificador y para proteger los derechos humanos.
Uno de los participantes en la reunión con el coronel Irwin fue el director de la Academia de Formación de Oficiales de Azov, una institución que lleva el nombre del fascista ucraniano Yevhen Konovalets, uno de los ídolos del grupo, cuyo retrato adorna con frecuencia su iconografía militar. Konovalets fue el fundador de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (ONU), que más tarde se alió con la Alemania nazi en su invasión de la Unión Soviética. La ONU participó en la masacre de 1941 en Lvov cuando los nazis invadieron el territorio soviético. Durante el pogrom, miles de judíos fueron masacrados en la ciudad, que hoy forma parte dce Ucrania.
La ayuda estadounidense a los nazis ucranianos
También el Pentágono suministra armas al Batallón Azov. Para ello durante tres años seguidos eliminaron una cláusula del proyecto de ley de defensa -que se renueva cada año- que prohíbe que la ayuda estadounidense a Ucrania vaya a parar al Batallón Azov. Así ha venido sucediendo hasta que el diputado demócrata Ro Khanna y otros la introdujeron a principios de este año.
Por eso en Washington insultan a Khanna, llamándole “vendedor de bajo nivel” que “lava la ropa sucia de Putin”.
No obstante, el estatuto del Batallón como unidad oficial de las fuerzas armadas ucranianas favorece que la ayuda estadounidense llegue a sus manos.
Es de destacar que en 2014 los grupos de presión israelíes ADL y el Centro Simon Wiesenthal se opusieron a que la ayuda estadounidense llegara a los grupos neonazis ucranianos. ADL argumentó que “la atención debería centrarse en Rusia”, mientras que el Centro Wiesenthal admitió abiertamente que los dirigentes de los grupos nazis se reunían en la embajada israelí en Kiev.
Son los intentos de impedir la ayuda militar estadounidense a los nazis ucranianos los que explican la ayuda militar de Israel, que funciona por sustitución. Israel siempre ha sido una ruta por la cual los presidentes de Estados Unidos y la CIA eluden las restricciones impuestas por el Congreso.
Un antiguo miembro del Parlamento israelí, el general Mattityahu Peled, reconoció: “En América Central, Israel es el subcontratista ‘del trabajo sucio’ del gobierno estadounidense. Israel actúa como cómplice y brazo armado de los Estados Unidos”.
Fue la via utilizada en la década de los ochenta para apoyar a la “contra” nicaragüense y a los escuadrones fascistas contra los sandinistas. Lo mimso ocurrió con el régimen sudafricano del apartheid, al que Israel armó durante décadas.
En medio de un alarmante aumento del nazismo, Israel es quien asume su papel de impulsor en Europa Oriental.
https://electronicintifada.net/content/israel-arming-neo-nazis-ukraine/24876