Las tropas turcas cruzan la frontera siria |
Estos acontecimientos están relacionados con otros, como el golpe de Estado en Turquía, la presencia de soldados de las fuerzas especiales de Estados Unidos junto a los combatientes kurdos, el viaje de Biden a Ankara o la entrevista entre Kerry y Lavrov en Ginebra hace dos días.
A estos acontecimientos hay que añadir la situación militar sobre el terreno. En Deraa el Califato Islámico se ha rendido a las fuerzas que lo asediaban desde 2012, evacuando la ciudad. En el sur de Alepo el ejército regular y Hezbollah acaban de lanzar un violento ataque, que puede ser definitivo.
La balanza de la guerra se ha inclinado definitivamente, poniendo de manifiesto el vacío causado por esos cinco años de combates. En todas las zonas que venía ocupando, el Califato Islámico se repliega. En Jarablus los turcos no han necesitado disparar un solo tiro para apoderarse de la ciudad, cuya ocupación ha puesto en dificultades a toda una tropa de yihadistas que estaban a punto de cruzar la frontera hacia Turquía, ahora definitivamente sellada.
Para más de uno Siria se ha convertido en una ratonera, de la que no sabe cómo salir. La nueva situación pone de manifiesto las agudas contradicciones que han estado gravitando sobre Siria, la primera de las cuales es quién va a sustituir al Califato Islámico en las zonas liberadas.
Una primera frontera la ha puesto Turquía en el río Eufrates, junto a la Jarablus, hacia donde no podrán desplazarse los kurdos. Es posible que próximamente tengan que evacuar Manbi, la ciudad conquistada el 12 de agosto después de dos meses de batalla.
Las declaraciones oficiales de Siria, Rusia y Estados Unidos, tanto si son de rechazo, como si son de apoyo hacia Turquía, han sido puramente rituales, previsibles. Si el gobierno de Damasco quiere que Turquía abandone el área invadida, ¿por qué no se ha dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU?
Es la postura de Irán y de los medios iraníes sobre la invasión la que refuerza el rumor procedente de “Middle East Eye” de que Turquía informó del asalto a Jarablus a través de Irán (*). Según esto, no hay tal invasión.
El intercambio de idas y venidas entre Ankara y Teherán es tan intenso que no es posible ni siquiera enumerarlas. Es otros síntoma de los cambios que esperan a la vuelta de la esquina porque no es lo que parece: no se trata de intercambios bilaterales entre ambos países sino que conciernen a la situación general en Oriente Medio.
De ahí que “Middle East Eye” vaya más lejos y hable de que la “colaboración” entre Irán y Turquía supone una “coordinación” entre Siria y Turquía, lo cual se presta a más y más cambalaches. Algunos opinan que el ataque de Siria a los kurdos en Hasaka es un regalo dirigido a Erdogan que este cumplimentó en debida forma atacando Jarablus.
Se trata de especulaciones cuya veracidad demostrará el transcurso del tiempo. Pero parece evidente que los grandes perdedores de estas últimas escaramuzas son los que debían ser los ganadores, los kurdos del PKK-YPD-PYG, que han jugado muy mal sus bazas. Aún están a tiempo de sacudirse de encima la tutela del imperialismo, una tarea en la que se está esforzando Rusia.
Sin embargo, la agresión kurda contra las tropas regulares sirias en Hasaka son un muy mal presagio. Es uno de los muchos hilos que indican hasta qué punto en todos los países (Turquía, Siria, Irak e Irán) las organizaciones kurdas se han convertido en apéndices del nuevo reparto de Oriente Medio que trata de imponer Estados Unidos y cuyo siguiente paso es llevar a Turquía el caos sembrado en Siria.
Si Turquía se pone de verdad al lado de Siria. Irán y Rusia, no podrán seguir haciendo mucho daño más (en Siria, Turquía y demás), por mucho que los protejan los yanquis.