La jueza de Granada María Ángeles Jiménez ha citado al coronel Ortiz Clavero para que declare como imputado el próximo 19 de noviembre. La primera citación del Juzgado número 2 de Granada se remonta a junio, pero como ocurriera con el coronel García Santaella, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, no ha actuado hasta que el escándalo ha llegado a los medios de comunicación.
La magistrada está decidida a averiguar por qué el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil no informó a los jueces de la investigación realizada a García Santaella entre 2006 y 2008, a pesar de las evidencias en su contra. Y por eso ha citado a declarar como imputado a Ortiz Clavero, sospechoso de haber encubierto al coronel imputado por narcotráfico. La jueza ya interrogó, aunque como testigo, a Pascual Solís, el general del que dependía el Servicio de Asuntos Internos en aquella época.
El coronel Ortiz Clavero, que entonces era teniente coronel y estaba al frente de Asuntos Internos, se encuentra ahora en la reserva y hasta el día de ayer estaba destinado en la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil. La consecuencia de su destitución es que dejará de acudir a ese puesto de trabajo, sin que su sueldo se vea afectado.
La magistrada se decidió a citar al coronel Oritz Clavero una vez le fueron remitidos los informes del Servicio de Asuntos Internos (SAI) de la Guardia Civil que no fueron puestos en conocimiento de un juez en su momento. Uno de ellos, fechado el 1 de septiembre de 2008, detalla la investigación a la que fue sometido el coronel García Santaella y las conclusiones a las que llegó el SAI.
Las primeras informaciones sobre las presuntas irregularidades del entonces comandante llegaron de parte de los que habían sido sus subordinados en 2005 y 2006 en la Comandancia de Granada, donde Santaella ejerció de jefe de la Policía Judicial e Información. Dos subordinados suyos relataron cómo el comandante se apropió de las fuentes que ellos mantenían entre los narcotraficantes, pasando a tener un trato personal con ellos, así como otras sorprendentes decisiones como desplazarse él personalmente a los operativos y dejar a los investigadores en la base.
El informe de Asuntos Internos, de 38 páginas, revela cómo el mando fue sometido a seguimientos, las entrevistas de los investigadores del SAI con los narcos, otras con los subordinados que denunciaron a García Santaella y una somera conclusión exculpatoria de dos investigaciones patrimoniales que se le realizaron. “No se puede concluir que el hoy teniente coronel Francisco García Santaella llegara a lucrarse personalmente a través del tráfico de hachís durante el tiempo que estuvo destinado como comandante jefe de Información y Policía Judicial en la Comandancia de Granada”, concluye.
Pero a esa conclusión llega Asuntos Internos después de alcanzar otras que han despertado el recelo de la jueza. “Todo apunta a que se podría haber permitido el tráfico de drogas a narcotraficantes a cambio de que estos facilitaran información que originara la detención de otros, todo ello probablemente motivado por un exceso de celo profesional”, dicen en otro punto los agentes.
Entre los testimonios recogidos por Asuntos Internos en 2008 está el de David García, ‘Cani’, el narco que habló en clave de ‘Padrino’ durante un pinchazo telefónico previo a su detención a finales del pasado año. Ese comentario fue escuchado por los investigadores del caso, ajenos a las sospechas sobre Santaella, que no habían coincidido con él en la Comandancia de Granada, casi una década después de las primeras denuncias contra el coronel. Tras las detenciones, estos agentes interrogaron a los narcos por la identidad del ‘Padrino’ y García y otro colaborador volvieron a contar lo mismo que siete años antes habían relatado a Asuntos Internos, que organizaron varias entradas de hachís por la costa de Granada gracias a la cobertura del mando de la guardia civil y que le pagaron por ello más de 400.000 euros.
Entre otros episodios que David García ya había relatado a Asuntos Internos está el de la visita a García Santaella en el interior de la comandancia, aunque en aquel entonces ofreció aun más detalles. Según recoge el informe de Asuntos Internos, García explicó que acudió en un Volkswagen Golf con matrícula de Barcelona y que sorteó la entrada sin problemas, ya que antes había facilitado la matrícula al entonces comandante.
El dinero no fue entregado en el despacho de Santaella porque cuando le dijo que “tenía una cosa” para él, ambos abandonaron la Comandancia. “Se fueron al barrio de la Chana, donde le entregó el dinero (no sabe cuánto había, supone que entre 80.000 y 100.000 euros). El comandante le dijo que el dinero era para unos colaboradores que estaban en prisión y a los que tenían que ayudar, pagando a sus abogados”, escribieron en 2008 los agentes de Asuntos Internos tras entrevistarse con el narco.
El informe confidencial de Asuntos Internos también revela que las primeras conductas dignas de sospecha en García Santaella se remontan 25 años atrás. En 1990 y 1992, el Servicio de Información de la Comandancia de Málaga puso en conocimiento de Asuntos Internos informaciones que “establecen sospechas relativas a las supuestas relaciones del entonces capitán con personas vinculadas al narcotráfico, actuaciones irregulares en la realización de servicios facilitados por confidentes, así como un incremento patrimonial injustificado derivado de la adquisición de vehículos de importación, viviendas e inversiones en una empresa de construcciones”. Asuntos Internos añade que diversas unidades investigaron, pero ninguna de ellas pudo demostrar nada.
Otra constatación que hicieron los agentes de Asuntos Internos es que hubo una filtración y García Santaella conoció de la investigación reservada a la que estaba siendo sometido, admitiendo que pudo actuar en consecuencia. Los agentes se excusan en que recibieron las primeras denuncias cuando el comandante ya no estaba en Granada y que así se hacía muy difícil la investigación, basada en testimonios que en ocasiones eran “poco fiables”.