El Primer Ministro húngaro, Viktor Orban, ha anunciado el aplazamiento de la ratificación del ingreso en la OTAN de Suecia y Finlandia. No ratificará la adhesión de los dos países escandinavos a finales de este año, en contra de lo que había anunciado inicialmente.
Suecia y Finlandia tendrán que esperar al menos hasta febrero del año que viene para ingresar en la OTAN.
El jueves, al margen de una cumbre del Grupo de Visegrado en Kosice (Eslovaquia), el Primer Ministro húngaro, Viktor Orban, dijo que el Parlamento de su país votaría la incorporación durante la primera sesión del año que viene.
Es otro tira y afloja entre Bruselas y Budapest. Hungría denuncia un bloqueo legislativo debido al paquete de medidas anticorrupción que debe votar el Parlamento en respuesta a la preocupación por el bloqueo de la Comisión Europea de algunos fondos.
Al considerar insuficientes las reformas emprendidas hasta ahora por el gobierno de Budapest para luchar contra la corrupción, la Comisión Europea insinuó -el mismo jueves- que podría congelar 13.000 millones de euros de fondos de la Unión Europea destinados a Hungría.
Con el pretexto de la intervención de Rusia en Ucrania, Finlandia y Suecia presentaron en mayo una solicitud conjunta de adhesión a la OTAN, pasando página a décadas de no alineamiento. Sin embargo, las adhesiones deben ser aceptadas por unanimidad por los 30 Estados miembros de la OTAN. Hasta el momento, han sido ratificados por todos los países, excepto Turquía y Hungría.
“Los finlandeses y los suecos son nuestros aliados y, al igual que nosotros podemos contar con nuestros aliados, ellos también pueden contar con nosotros”, dijo Gergely Gulyas, jefe del gabinete de Orban, a principios de noviembre, añadiendo que no tenía ninguna objeción a las adhesiones.
La oposición ha pedido en repetidas ocasiones que el asunto se incluya en el orden del día del Parlamento, petición que ha sido sistemáticamente rechazada por la mayoría parlamentaria.
Como siempre, los peores son los reformistas y socialdemócratas, que han denunciado un retraso “incomprensible”, mientras que el partido liberal Momentum acusó al gobierno húngaro de “chantajear” a Bruselas.
Siempre se le olvidan los chantajes de Bruselas a los países miembros. Si no cumplen con las exigencias, no hay ni un céntimo.
La Unión Europea es lo más parecido a un mercadillo en el que todos regatean el precio, tanto los compradores como los vendedores.