Westlake, un barrio pobre de Los Ángeles |
Así, más de 200 familias de un barrio de Los Ángeles iniciaron una “huelga de alquiler” por el incremento del precio de las viviendas, como consecuencia de los “proyectos de aburguesamiento” de los barrios obreros en el país. Ruiz señaló que el promedio de renta en este vecindario está entre 1.100 y 1.300 dólares mensuales, en unas edificaciones “con mal mantenimiento”, pero los aumentos llegan ahora hasta un 40 por ciento del alquiler en ciertos casos y algunas familias deben pagar hasta 500 dólares más.
El Sindicato de Inquilinos de Los Ángeles es una organización adscrita a una red nacional que combate la subida del alquiler de las viviendas en los barrios más pobres, en un proceso de gentrificación que obliga a los residentes antiguos a trasladarse a otras zonas. “Muchas de esas familias, latinos y afroamericanos en su mayoría, se van a buscar apartamentos a otras ciudades o terminan desamparados en las calles”, aseguró Ruiz. “Los niños tienen que cambiar de escuela, dejar sus amigos y abandonar su vecindario donde nacieron y crecieron”.
En los tres edificios de la calle Burlington, propiedad de Donald Crasnick y Ehrlich Investment Trust, hay 192 apartamentos, en algunos de los cuales viven hasta 4 familias, y a partir de hoy más de 200 núcleos familiares dejarán de pagar el alquiler, explicó Ruiz.
Francisco Delgado reside desde 2011 en un departamento del edificio de esa calle con su esposa y dos hijos. Comenzó pagando 950 dólares mensuales de alquiler, pero en 2017 les aumentaron la renta 95 dólares y el pasado marzo le informaron que a partir de abril deberá pagar 252 dólares más. “Es una presión económica difícil, porque serían 1.300 dólares al mes”, indicó Delgado, que comentó que “cuando el patrón” aumenta el salario en su trabajo “sólo son como 50 centavos o un dólar por hora”.
“Por eso queremos llegar a un acuerdo de incremento justo y pedimos que el gobierno intervenga con un control de alquileres”, agregó Delgado, que también contó que hay una fuga permanente de aguas negras que “nunca reparan” y recordó que en 2014 desembolsó más de 1.000 dólares de su bolsillo para remover el tapiz de la vivienda en donde había una plaga de chinches, debido a que la administración se negaba a afrontar el gasto.
Según la Tesorería de California, “una tercera parte de los arrendatarios en California gastan más de la mitad de sus ingresos mensuales en vivienda”. El año pasado, el gobernador de California, Jerry Brown, firmó un paquete de 15 leyes que buscan enfrentar la crisis de vivienda asequible en el Estado, y que incluyó un fondo de 4.000 millones de dólares destinados a construir casas para residentes pobres.