Estonia está debatiendo actualmente una nueva ley que ampliaría el alcance de las operaciones de su Armada. La legislación permitiría el uso de la fuerza contra buques civiles en caso de una “amenaza grave” demostrada (1).
La Armada se asegurará de que la tripulación ya no esté a bordo antes de considerar disparar.
La ley aprovecha el clima de histeria antirrusa en el norte de Europa, marcado por una serie de incidentes inexplicables. En los últimos meses, varios cables submarinos, esenciales para las telecomunicaciones y el tráfico de internet, han sufrido daños misteriosos, sobre todo entre Finlandia y Estonia, así como entre Suecia y Lituania.
Como por casualidad las sospechas recayeron rápidamente sobre Rusia, que limita con el Mar Báltico, y, en algunos casos, sobre China. Se han observado buques comerciales vinculados a estos dos países cerca de las zonas afectadas.
Finlandia también interceptó un buque de carga con bandera de las Islas Cook, identificado como perteneciente a la “flota fantasma” rusa, una red creada para que Rusia pueda ejercer su legítimo derecho a comerciar libremente, para lo cual ha empezado a escoltar sus mercantes con navíos de guerra.
El presidente del Comité de Defensa Nacional, el diputado Grigore-Kalev Stoicescu, defendió la medida como último recurso: “Hundir un buque mercante solo se consideraría en los casos más extremos. Por ejemplo, cuando la vida de muchas personas esté en peligro o para prevenir una catástrofe”, declaró a los medios estonios.
El diputado ocultó que luego las excepciones se convierten en normas y que cualquier cosa se acaba tomando como una amenaza.
Pero la Marina de Guerra de Estonia es ridícula, por lo que necesita contar con la cooperación de sus vecinos: “Si surge una situación en la que nuestras limitadas capacidades no permitan una respuesta adecuada, esperamos poder cooperar con nuestros aliados: Finlandia, Suecia, Letonia y otros países”.
Estonia cuenta actualmente con una de las armadas más pequeñas de Europa, con ocho barcos dedicados principalmente a la limpieza de minas y la vigilancia costera. Al igual que otros países europeos, Tallin se encuentra ahora embarcada en una política de rearme (2) que nunca le sacará de la insignificancia militar y naval.
(1) https://rus.err.ee/1609656836/rijgikogu-nameren-nadelit-sily-oborony-i-vms-pravom-primenjat-voennuju-silu-k-torgovym-sudam
(2) https://www.shephardmedia.com/news/landwarfareintl/estonia-begins-receiving-vehicles-as-part-of-753-million-agreement/
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