Un kurdo de YPG con su instructor americano |
El objetivo del ataque fueron la colinas próximas a dos ciudades de Jalameh, en la región de Jandariseh e Iska, donde cayeron misiles y disparos de artillería.
Al mismo tiempo, desde un puesto de control en Hatay, el ejército turco atacó la región de Shieh y la ciudad de Deir Baloit, también en la región de Jandariseh.
El mismo sábado Erdogan declaró que el ejército turco aplastaría a las fuerzas kurdas que controlan Afrin. “Si los terroristas que controlan Afrin no se rinden, los abatiremos”, dijo en el congreso de su partido, el AKP.
“Si rompen sus promesas en Manbij, tomaremos cartas en el asunto hasta que no haya más terroristas. En una semana verán lo que haremos”, añadió Erdogan.
La frontera norte de Siria se está convirtiendo en un problema estratégico. Ayer la coalición encabezada por Estados Unidos anunció a la agencia Reuters (*) que trabajaba con las FDS para crear una fuerza fronteriza de seguridad de 30.000 soldados originarios de las regiones próximas.
Es un paso más hacia la creación de un protectorado de Estados Unidos en Rojava, que para Turquía supone una amenaza aún más directa que para Siria.
El 24 de noviembre del año pasado Trump le prometió a Erdogan que dejaría de apoyar militarmente a los kurdos, lo que no tiene ninguna intención de cumplir.
(*) https://southfront.org/us-led-coalition-forming-30000-strong-force-to-control-syrian-border/