Estados Unidos: huelga de presos en la mayor sociedad carcelaria de la historia

Soledad Brothers
Estados Unidos vive la mayor huelga de presos de su historia. Está convocada desde el pasado abril y para conocer su magnitud basta con un par de datos: está llamada a la protesta una población reclusa de 2.3 millones de personas y se espera participación activa en unos 17 estados del país.

Tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, con 716 presos por cada 100.000 habitantes. Su población es aproximadamente el 4 por ciento de la total mundial, pero su población carcelaria representa casi un cuarto de la de todo el planeta.

Según organizaciones históricas como la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, fundada en 1909, la población afroamericana supone el 34 por ciento del total de la carcelaria. Las personas negras tienen una tasa de encarcelamiento 5 veces superior a las blancas.

Son varias las organizaciones que convocan la huelga carcelaria de este año. Las más visibles son el Incarcerated Workers Organizing Committee y el Jailhouse Lawyers Speak. La protesta tiene previsto durar casi 20 días, desde el 21 de agosto hasta el 9 de septiembre.

Que la huelga se inicie el 21 de agosto no es casual. Tampoco que convocara el pasado 24 de abril.

La convocatoria se hizo en abril como respuesta a la muerte de 7 reclusos durante un motín en el penal Lee de Carolina del Sur el día 15 de ese mes. Era el cuarto incidente mortal en ese lugar en un año y el peor en esos términos en el último cuarto de siglo de los Estados Unidos. Los organizadores culpan a «la avaricia derivada de la encarcelación masiva», es decir, a la superpoblación carcelaria.

El 21 de agosto es una fecha especial, también, porque fue ese día cuando los caceleros dispararon hasta la muerte a George Jackson durante una revuelta en el penal de San Quintín en 1971. Jackson, militante comunista y pantera negra, estaba en la cárcel por robar 70 dólares de una gasolinera. Era además uno de los tres conocidos como Soledad Brothers, reclusos represaliados por la muerte de un carcelero blanco meses antes del propio fin de Jackson.

La fecha de fin de la huelga actual, 9 de septiembre, es también histórica. Ese día, en 1971 y dos semanas después del asesinato de Jackson, más de mil presos tomaron el control de la prisión de Attica. Fue la rebelión de presos más grande de la historia de Estados Unidos. Acabó cuando el gobernador de Nueva York Nelson Rockefeller ordenó entrar a la Guardia Nacional- con 43 muertos, la mayoría presos, aunque las condiciones mejoraron.

Muchas se repiten con respecto a las de la prisión de Attica hace 47 años. Esta vez se han fijado 10 puntos básicos. Algunos de ellos son más generales, como la de las mejoras en las condiciones, reformar el canal a través del cual los reclusos pueden hacer sus reclamaciones cotidianas o el funcionamiento de las becas federales para estudiar.

Otras aluden al fin de la cadena perpetua sin sentencias de libertad condicional, a revisar el componente racista a la hora de denegar condicionales, A la mayor financiación para rehabilitación y al fin de la privación del derecho a voto de 6 millones de convictos de delitos graves.

Muchas de las reivindicaciones se repiten con respecto a las de la prisión de Attica hace 47 años. Esta vez se han fijado 10 puntos básicos.

Algunas de ellas son más generales, como la de las mejoras en las condiciones, reformar el canal a través del cual los reclusos pueden hacer sus reclamaciones cotidianas o el funcionamiento de las becas federales para estudiar.

Otras aluden al fin de la cadena perpetua sin sentencias de libertad condicional, a revisar el componente racista a la hora de denegar condicionales. A la mayor financiación para rehabilitación y al fin de la privación del derecho a voto de 6 millones de convictos de delitos graves.

El aspecto laboral es uno de los más importantes. Y la abolición de una de las excepciones de la Enmienda 13 a la Constitución de Estados Unidos es uno de los caballos de batalla de esta huelga. Los organizadores de la protesta llaman «esclavitud moderna» al hecho de que esa ley prohíba la esclavitud pero la «legalice» en caso de crimen grave.

Eso quiere decir que la esclavitud está abolida en Estados Unidos, pero no en sus lo que respecta a sus cárceles. La sobrerrepresentación de población no blanca en las prisiones solo alimenta el sombrío paralelismo con la esclavitud clásica. A los internos se les pagan centavos.

Como dice uno de los portavoces de los presos, Amani Sawari, lo que un preso pueda hacer en esta huelga estará acorde a dónde esté y al estatus, a las posibilidades que tenga dentro de la prisión.

Las acciones que se preparan van de las sentadas colectivas a la abstención de gasto de los presos o a la clásica huelga de hambre, pasando obviamente por el paro al trabajo productivo que algunos desempeñan dentro de las prisiones y que, como hemos visto, se parece más a una forma de esclavitud moderna que al trabajo asalariado tal y como se entiende «en libertad».

«El principal recurso que tiene un interno es su propio cuerpo», dice Sawari. «Si un preso no trabaja y simplemente se sienta en el área principal, y todos sus compañeros se sientan allí y no van al comedor cuando toque, si no limpian, ese es su poder. Las cárceles no pueden funcionar sin el trabajo de los presos».

https://www.playgroundmag.net/now/todo-lo-que-tienes-que-saber-sobre-la-mayor-huelga-de-presos-de-eeuu_30458323.html

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