El periódico alemán Bild ha publicado una copia del mensaje que el embajador ha enviado por correo electrónico.
Sobre las empresas alemanas que participan en el proyecto Nord Stream 2 pesa un riesgo significativo de sanciones. “Destacamos que las empresas que participan en las exportaciones energéticas rusas están involucradas en lo que puede llevar a un riesgo significativo de sanciones”, escribe el embajador.
El embajador recuerda la oposición de su país al proyecto al subrayar que el oleoducto haría a Europa más dependiente de Moscú.
“El gasoducto tiene graves consecuencias geopolíticas para nuestros socios y aliados europeos. Nuestras preocupaciones son ampliamente compartidas. Los miembros de Europa Oriental de la UE, muchos gobiernos de Europa Occidental y Canadá se oponen a este proyecto”, dice Grenell.
El diplomático describe la política rusa como “agresivo” y asegura que Moscú está utilizando sus recursos energéticos como una ”palanca política y económica”.
Bild también cita al portavoz de la embajada de Estados Unidos en Berlín, quien afirma que el mensaje no hay que verlo como una amenaza, sino como una expresión de la posición de Washington.
Merkel ha señalado en repetidas ocasiones que Berlín considera que este proyecto es comercial, al tiempo que vincula su aplicación con el tránsito continuado de gas ruso a través de Ucrania. Por su parte, el Ministerio alemán de Asuntos Exteriores ha declarado que la introducción de sanciones unilaterales contra el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 no es un “buen camino a seguir”.
En varias ocasiones Rusia también ha declarado que es un gasoducto absolutamente comercial. Putin asegura que el desarrollo de Nord Stream 2 no significaba detener el tránsito de gas ruso a través de Ucrania.
El gasoducto tiene una capacidad de transporte de 55.000 millones de metros cúbicos al año desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico, con una longitud de más de 1.200 kilómetros.
El proyecto está siendo ejecutado por Gazprom en cooperación con las empresas europeas Engie, OMV, Shell, Uniper e Wintershall. Se espera que el gasoducto esté en servicio a finales de este año.
Varios países se oponen al proyecto, entre ellos Ucrania, que lleva mucho tiempo enviando gas ruso a Europa y Estados Unidos, que han pedido repetidamente a los países europeos que no participen en el proyecto Nord Stream 2, amenazando con adoptar medidas restrictivas contra ellos.
El 13 de diciembre la cámara baja del Congreso de Estados Unidos aprobó por unanimidad una resolución que apoyaba la imposición de sanciones al proyecto Nord Stream 2. Los funcionarios electos estadounidenses también pidieron a los países europeos que abandonaran su construcción.