Gracias a comunicaciones interceptadas de la base de la OTAN en Inçirlik por lo rusos en su base en Siria, Erdogan se pudo ir con 4 horas de anticipación fuera de Ankara, Erdogan solamente dejo fluir las cosas para poder tener más poder y realizar sus purgas contra elementos que lo quieren ver fuera del poder.
Para Estados Unidos el sultán ya es demasiado estorboso y se quieren deshacer de él, y es que nada puede pasar en el mayor almacén de armas nucleares de fuera de Estados Unidos, sin que Washington sepa o esté implicado.
El ataque contra el Sultán también viene desde la UE en donde con doble rasero se le paga con millones de euros por los campos de concentración para los refugiados que llegan en hordas a la UE desde Oriente Medio y África, y ahora se le critica y se le condena por la propuesta de restaurar la pena de muerte por ser inhumano, pero lo curioso es que no condenan en nada a los Estados Unidos o a su proveedor de petróleo Arabia Saudita.
Washington quiere fragmentar a su aliado para así derrocarlo rápidamente, pero en la fragmentación creará un grave problema al querer crear el estado Kurdo.
El otro país que ayudó a Erdogan fue Irán, que aunque es Sunni no puede dejar caer a ese país ya que causaría un gran caos en la región y también un Estado Kurdo que amenazaría fragmentar a Teherán también.
Rusia sale ganador con esto porque Erdogan se dio cuenta que sus “aliados” le pueden clavar varios puñales por la espalda. Con la ayuda de información rusa logró salvar la vida, y en agosto viajará a Moscú a negociar el reinicio del Turkish Stream, gasoducto que de materializarse sacará a Ucrania del negocio del transporte de combustible, y con esto Rusia puede convencer a ese país de impedir la creación de una base naval de EEUU en la región y desactivar el cerco militar de la OTAN en uno de sus flancos.