La correlación de fuerzas de Oriente Medio sigue cambiando a un ritmo vertiginoso, en detrimento de los países del Golfo, ahora divididos y con Turquía apoyando a Qatar, donde ha instalado una base militar. A cambio Qatar ha puesto sus divisas encima de la mesa para sacar a Turquía de la crisis financiera.
Turquía se niega a participar en las sanciones contra Irán (2) y Estados Unidos tiene que seguir reculando. A Erdogan le preocupa el apoyo de Emiratos Árabes Unidos a los grupos yihadistas en Libia, Yemen y Siria. Para rematar, los sátrapas del Golfo siguen financiando a los kurdos y oponiéndose a la Hermandad Musulmana.
El acercamiento de Emiratos Árabes Unidos a Siria pretende frenar la influencia creciente de Turquía en el norte de Siria. A su vez, Turquía reacciona desempolvando el asesinato de Khashoggi y poniendo a los saudíes contra las cuerdas.
La marejada obliga a Estados Unidos a matizar. No se pueden poner todos los huevos en la misma cesta, y menos en Oriente Medio. En Washington tienen que dar algo también a Erdogan de vez en cuando.
(1) https://www.almasdarnews.com/article/uae-reopen-embassy-syria/
(2) https://www.reuters.com/article/us-usa-iran-sanctions-turkey/turkey-says-it-will-not-abide-by-renewed-sanctions-on-iran-idUSKCN1NB0VI