Está previsto que el criminal de guerra Ramush Haradinaj, presidente de la Alianza por el Futuro de Kosovo, asuma las más elevadas funciones dentro de la nueva Albania unificada con Kosovo, previa convocatoria de un referéndum. Los imperialistas apoyan el plan fascista de los kosovares, lo mismo que apoyan los albaneses: en 2014 Bruselas confirmó la candidatura de Albania para ingresar en la Unión Europea.
El plan es debilitar a los países de la región que pretenden mantener una posición independiente, especialmente Serbia, que se niega a incorporarse a la OTAN.
La Gran Albania no sólo estaría formada por la “pequeña” Albania y el actual engendro kosovar, sino que al nuevo Estado se incorporarían localidades enclavadas actualmente en Servia y pobladas mayoritariamente por albaneses. Se trataría de una nueva “limpieza étnica”. Jonuz Musliu, alcalde de Presevo, en Serbia, poblada de los albaneses, destacó la necesidad de unir las zonas del sur de Serbia —Presevo, Bujanovac, Medvedja— a los territorios de Albania y Kosovo y el ministro de Trabajo de Serbia, Alexander Vulin, calificó su declaración de llamamiento abierto al inicio de la Tercera Guerra de los Balcanes.
Es la terminología propia de la región desde hace mucho tiempo. En abril de este año el diario Informer decía que Erdogan era partidario de la Gran Albania y que estaba preparando militarmente a los gobiernos de Tirana y Pristina para ello. Agentes del servicio secreto turco entrenan a los albaneses para una nueva guerra, se compran armas, cohetes antitanques y se diseñan planes para ocupar el norte de Kosovo ciertas partes de Macedonia.
La preocupación condujo el mes pasado a una reunión entre Putin y el serbio Aleksandar Vucic en Pekín. La Constitución albanesa otorga al gobierno de Tirana un supuesto “derecho” a proteger los intereses de sus ciudadanos en el extranjero, un llamamiento puro y simple a la anexión de las regiones vecinas.
La idea de la Gran Albania apareció en el siglo XIX por los miembros de origen albanés de la masonería europea, que contaban con el apoyo del colonialismo. No es diferente del pangermanismo o el panturquismo. Consistía en la reunificación de todos los territorios donde la mayor parte de la población era de origen albanés. Son varias regiones en el noreste de Macedonia, el sur de Montenegro y de Serbia, partes de Kosovo y el norte de Grecia.
Por cierto, hablando de Grecia… el que siembra vientos recoge tempestades. Aproximadamente un tres por ciento, unos 58.000 habitantes de Albania, son de origen griegos y cuentan con varios representantes en el Parlamento, uno de ellos vinculado al partido nazi Amanecer Dorado. Entre los griegos de Albania ha aparecido el Movimiento por la Independencia del Epiro del Norte, zona fronteriza entre los dos países, de mayoría griega, donde ya han empezado las escaramuzas a tiros entre unos (griegos) y otros (albaneses).
La Gran Albania no es ninguna quimera. En 1941 Kosovo ya formó parte de Albania, que en aquel momento estaba bajo el protectorado de la Italia fascista. Con uno u otro nombre, lo que la Unión Europea promociona en los Balcanes es exactamente eso: el fascismo de siempre.
Lo mismo promociona la OTAN, naturalmente. La foto de octubre de 1999 muestra al general estadounidense y comandante supremo de la OTAN Wesley Clark (a la derecha) saludando al jefe de la misión de la ONU en Kosovo, el francés Bernard Kouchner (de civil), y al capataz de UÇK, Hasim Thaçi (a la izquierda).
Un informe de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa acusa a Thaçi, primer ministro de Kosovo, de participar en el tráfico de órganos, provenientes sobre todo de prisioneros serbios, uno de tantos negocios organizado por los mercenarios albano-kosovares de UÇK.
¿Me explicas que tiene de fascista un referendum por la autodeterminación?
Pues sí, mira, te lo explico. No hay ninguna autodeterminación. Es la usurpación de un derecho legítimo por un grupo fascista y xenófobo que quiere legitimar lo que la OTAN impuso hace 25 años a sangre y fuego, la limpieza étnica, anexionando a Albania una región de Serbia, como es Kosovo, por el hecho de que actualmente una mayoría de la población sea albanesa.
Los demócratas no podemos confundir a una anexión con una autodeterminación, por más que los fascistas oculten su naturaleza bajo cualquier nombre. Estamos en contra de las primeras y a favor de las segundas, que son propias de los fascistas, los imperialistas y la OTAN.
"anexionando a Albania una región de Serbia, como es Kosovo, por el hecho de que actualmente una mayoría de la población sea albanesa."
¿será como la anexión de Creimea a Rusia? ¿Eso tendran que decidirlo los habitantes de esa nación, no?
Que en 1941 ya se incluyera Kosova en la Italia fascista dice mucho de esa limpieza étnica "reciente"… ¿es que los serbios no llevaron a cabo limpiezas contra los alabaneses? ¿No era Kosova la región más empobrecida de la Republica yugoslava? ¿Es que los titistas no reprimieron a la población local después de que fallaran sus planes de anexionarse la Republica Popular de Albania?
Te recomiendo que leas a Lenin, "Balance de la discusión sobre la autodeterminación", para aclararte, ya que es muy fácil llamar anexión a lo que hace el "otro" imperialismo pero autodeterminación a lo que hace el propio.
Buena respuesta. Ala pregunta del poco formado o muy cínico anónimo cabe la reformulación
¿ Que no tiene de fascista un referéndum de autodeterminación?
Obviamente la autodeterminación es sólo valida en los ppios reconocidos por la ONU para los países colonizados. Y Kosovo es todo contrario. De lumbreras está el mundo lleno.
La autodeterminación no es sólo para los países colonizados sino para todas las naciones.