El coronel García Santaella |
Durante un desembarco de hachís procedente de Marruecos tres días después los narcos cayeron y confesaron que el “Padre” al que se referían por teléfono es Francisco García Santaella, coronel de la Guardia Civil.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Granada considera que hay indicios suficientes para acusar al coronel de haber colaborado en la introducción de tres alijos por la costa de Granada entre 2005 y 2006, por los que habría cobrado 120.000 euros por cada entrega.
Rachid Zairi era el hombre de la organización en Marruecos y en la mañana del 12 de noviembre de 2004 hablaba con David García, Cani, dirigente del grupo en Granada. Los narcotraficantes estaban preocupados porque los intermediarios no valoran adecuadamente el riesgo de la introducción de hachís que planean. Zahiri dice que los chicos sólo piensan en la ganancia y que muestra de ello es que les hayan pedido dinero por adelantado.
Tres días después se produjo el desembarco del hachís en la zona conocida como Barranco el Cambrona, en el término municipal de Salobreña. La Operación Golia se saldó con 17 detenidos y 33 fardos de hachís incautados.
En su interrogatorio David García, Cani, manifiesta que entre 2005 y 2006 hizo algunos trabajos con el coronel de la Guardia Civil que consistían en introducir alijos de hachís en las playas de Granada. También confiesa que con el “Padre” introdujo tres alijos entre 2005 y 2006. Pero el verdadero giro en la declaración se produce cuando añade: “Esta persona era un cargo de la Guardia Civil, de rango teniente o comandante, conocido con el nombre de Santaella”.
El 6 de agosto de 2001 la Guardia Civil puso al narco al frente de la Comandancia de Granada. Cuando se producen los hechos, el entonces comandante conocía bien la zona: llevaba al menos cuatro años destinado en la provincia. Cani explica a los agentes que la función de “Padre” era “dar seguridad al alijo para que entrara”.
El guardia civil habría cobrado 120.000 euros por cada uno de esos tres alijos, pero Cani solo se encargó de materializar el pago en persona de uno de ellos, aunque da por hecho que los otros dos se realizaron, habida cuenta de que Santaella siguió trabajando con ellos. Lo hizo en el despacho que Santaella tenía en la propia sede de la Comandancia, según su relato. Cuando le piden detalles el narco dice sin pestañear que el despacho del coronel estaba en la primera planta de la Comandancia de la Guardia Civil.
Luego explica que Santaella se enfadó por el atrevimiento de García, que lo sacó de la Comandancia en su “Nissan Terrano azul con pegatinas amarillas en los cristales” y lo llevó hasta el barrio de La Chana. Allí se bajo y dejó el dinero en algún sitio que él desconoce.
Durante su interrogatorio Zahiri confirma en que “Padre” es “un jefe, responsable de la Guardia Civil de Granada, un mando de Granada”. No conoce su nombre, pero lo describe como de unos 50 años y con gafas. Añade que trabajó con él en tres ocasiones, con entradas de hachís en los Yesos, Castillo de Baños y La Mamola, los puntos señalados por Cani. Y da cantidades: 2.000 kilos, luego 4.000 y un tercero que no recuerda. Al menos, seis toneladas de hachís.
También coincide en la parte que cobraba el coronel: 120.000 euros por entrega, con independencia de la cantidad. Era el dueño de la mercancía el que ponía el dinero para el guardia civil. Ambos detenidos reconocen por fotografías al coronel Santaella.
El marroquí dice que su socio conoció a Santaella al ser detenido por una estafa. La primera vez que colaboraron, el guardia civil les propuso preparar una falsa entrega. Los narcos accedieron: utilizaron una embarcación en mal estado –“una goma mala”– y “dos o tres mil kilos de basura”, en referencia al desecho de la planta del cannabis durante la elaboración del hachís. El trato era que hubiera incautación, pero no detenidos. Zahiri comprobó el poder del mando el día que lo conoció. Según su relato, Santaella subió a los dos narcos a su vehículo y entró en el puerto de Motril sin identificarse ante los agentes.
Cani llega a describir cómo el coronel García Santaella sustrajo una vez un alijo de droga previamente incautada a delincuentes y se lo entregó para que él la vendiera. “Esos fardos se los entregó desde un vehículo oficial, todoterreno de la Guardia Civil, que le encarga que los venda y se repartirían los beneficios en un cincuenta por ciento. Vendió la droga y obtuvo 60.000 euros por ella, dándole la mitad al coronel en el mirador de Alfacar.
Estos hechos elevan la cantidad presuntamente obtenida por el coronel narco a 390.000 euros solo con esta organización. En una de esas entregas, a punto estuvieron de ser interceptados en un control de carretera de la Guardia Civil, pero una llamada a “Padre” hizo que se despejara el peligro, según explicó el detenido.
El 21 de noviembre de 2006 ascendieron al coronel narco, que comenzó a dirigir la Intervención Central de Armas y Explosivos de Madrid, ya siendo teniente coronel. Allí está destinado hasta que el 28 de febrero de 2010 pasa a la Jefatura de Protección de la Naturaleza, también en Madrid. El 28 de octubre de 2012 el coronel Santaella pasó a la Secretaría Técnica de la Subdirección General de Personal donde continúa a pesar de las acusaciones que pesan contra él.
De 57 años de edad, Santaella acaba de realizar el curso de ascenso a general de la Guardia Civil y ya solo aguarda la decisión política de concedérselo. En estos 10 años el coronel nunca ha sido detenido. Es posible que pronto España tenga al primer narcotraficante que llega a general de la Guardia Civil.
Ya se sabe: El honor es su divisa… aunque aceptan cambio, VISA y MASTERCARD.
Sería el segundo, pues ahí está Galindo
Por qué no se habla de esto? Donde esta este tipo ahora? sigue cobrando?