El texto define noticia falsa como “cualquier alegación o imputación de hechos inexacta o engañosa”.
No es ninguna novedad; ni siquiera es moderno. En Francia ya estaba vigente una ley de prensa de 1881 que prohibía la difusión de “noticias falsas”. Lo que cambia es que ahora la diana es internet.
El partido del presidente Emmanuel Macron, La República en Marcha (LREM), presentó una propuesta de ley ordinaria y otra de ley orgánica específica para las elecciones presidenciales.
Los textos, aprobados en primera lectura, permitirán que un candidato a las elecciones pueda ocultar o prohibir la difusión de determinadas noticias en internet con un procedimiento rápido.
Es un procedimiento que no sólo compromete a los usuarios sino a los grandes monopolios de la comunicación. Un juez podrá ordenar al proveedor de internet, por ejemplo, que bloquee el acceso a ese contenido. Para ello se requiere que la información se haya difundido de forma premeditada y masiva para influir en las elecciones.
Además, las plataformas en línea y las redes sociales se comprometen a una mayor transparencia en relación con los contenidos patrocinados tres meses antes de las elecciones. Con ello se refieren a las situaciones en las que alguien paga para que su contenido sea más visto por los usuarios.
La oposición critica una ley “inaplicable” e “ineficaz”, dada la velocidad de propagación de las noticias en las redes, muchas veces desde sitios ubicados en el extranjero. Denuncia asimismo el peligro de una “policía para controlar el pensamiento” y de un “intento de controlar la información”.
Las ley son una promesa electoral de Macron, quien denunció haber sido víctima de “noticias falsas” antes de las elecciones presidenciales de mayo de 2017, lo que no le impidio ganarlas precisamente con noticias falsas y promesas engañosas.
La ley busca impedir el trabajo informativo de canales como Russia Today y la agencia Sputnik, medios rusos acusados de haberse entrometido en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 y en las francesas de 2017.