No es un texto doctrinal sino claramente partidista. Marx y Engels lo publicaron a petición de la Liga de los Comunistas, la organización de la que formaban parte y tardó casi un año en ser publicado en Londres.
En la obra, que es un prodigio de síntesis, Marx y Engels llevan la ciencia a la lucha de clase obrera, transforman el socialismo, que hasta entonces sólo era un sueño, en un objetivo al alcance de la mano.
Para ello exponen los conceptos imprescindibles para entender y transformar la historia, muchos de los cuales apenas empezaban a esbozarse entonces.
El principio científico fundamental que defienden en su obra es el de que los protagonistas de la historia no son los grandes personajes, la gente ilustre, la aristocracia, sino las masas, que aparecen divididas y enfrentadas en clases sociales.
Fundamentalmente, Marx y Engels destacan la importancia de la burguesía, los capitalistas modernos, dueños de los medio de producción, y el proletariado, es decir, aquellos trabajadores asalariados, obligados a vender su fuerza de trabajo, al no disponer de medios de producción propios.
En la actual sociedad moderna el proletariado es la única clase social cuya emancipación significará la liberación de toda la humanidad mediante la revolución comunista: la abolición de la propiedad privada, las clases sociales y el Estado.
Una vez aparecidas las clases sociales sobre la base de la propiedad privada y la explotación, la historia de las sociedades pasó a ser, simplemente, la historia de la lucha de las clases explotadoras y las explotadas.
Estos preceptos no sólo fueron revolucionarios para su época, sino que sus ideas han tenido un fuerte impacto en el desarrollo de la historia mundial.
La publicación del “Manifiesto Comunista” coincidió con la gran revolución que iba a estallar en Europa muy poco después, la última en la que el proletariado salió a las calles bajo los estandartes de la burguesía.
En 1917 la Revolución de Octubre llevó a la práctica las enseñanzas de Marx y Engels, demostrando a los revolucionarios de todo el mundo que existe una alternativa válida a los desastres del capitalismo: el socialismo.
Desde 1848 la práctica y la teoría del marxismo prevalecen en todo el mundo, una influencia que va más allá de las clases para las que fue escrito el “Manifiesto Comunista”, a la que cabe calificar como una obra imperecedera.
El libro que cambió mi vida hace seis años, nunca volví a ser el mismo.
El manifiesto comunista, es la mayor creación heroica que pueda tener la clase trabajadora como guía, es la esencia del alma para transformar al oscurantismo en realidad concreta mediante la lucha de clases como dialéctica y motor impulsor para un verdadero mundo de paz y armonía. HONOR Y GLORIA para CARLOS MARX y FEDERICO ENGELS.