El gobierno de Ankara criticó la visita el día anterior de los dirigentes kurdos al Elíseo, poniendo de manifiesto la ruptura interna entre los países de la OTAN.
Hay cinco bases militares, principalmente en Rojava, en zonas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias, desde las que operan actualmente unos 70 mercenarios franceses.
El jefe de Estado francés recibió el jueves en el Elíseo a representantes de las Fuerzas Democráticas Sirias, compuestas por combatientes sirios y árabes kurdos, a los que prometió su apoyo.
Pero el imperialismo francés no va a apoyar a los kurdos; ya lo está haciendo, por lo que Rojava se convierte en la región del mundo con más bases militares extranjeras.
Después de la reunión con Macron, un representante kurdo en París dijo que el presidente francés había prometido enviar tropas francesas a la región de Manbij. El viernes, el Elíseo negó esta afirmación, afirmando que “Francia no planea ninguna nueva operación militar sobre el terreno en el norte de Siria fuera de la coalición internacional”.
El Ministerio de Defensa francés había reconocido en junio de 2016 la presencia de fuerzas especiales francesas en Siria “para aconsejar a las FDS en contra del Califato Islámico”, en particular en Manbij, pero París siempre se ha mantenido discreta sobre el número o la localización de estas fuerzas.
En julio de 2017 la agencia Anadolu ya había publicado lo que presentó como el mapa de ubicación de diez bases militares estadounidenses en la misma zona. También afirmó que 75 soldados franceses estaban presentes, en particular en una base cerca de Raqqa. El Pentágono se negó a comentar estos datos.
Este mapa se publicó varias semanas después del deterioro de las relaciones turco-americanas en mayo de 2017. Estas tensiones siguieron a la entrega oficial de armas estadounidenses a los combatientes kurdos en Siria como parte de las operaciones para tomar el control de Raqqa.
Ayer una milicia que combate en apoyo del ejército regular sirio, atacó una de las bases estadounidenses en Raqqa, otra demostración de que en Siria las máscaras han caído definitivamente.