Después de una lectura del Corán, los musulmanes canadienses creen que el burka y el nikab son los símbolos de una secta que se opone a las libertades. En el texto no se dice absolutamente nada de que las mujeres estén obligadas a encubrir su rostro.
Para ellos hay un dato que así lo prueba: el burka está prohibido en la Gran Mezquita de La Meca.
Los musulmanes canadienses consideran que el burka y el nikab son prácticas “medievales” y “misógenas” y apelan a la autoridad del jeque Mohamed Tantawy, decano de la Universidad Al-Azahar de Egipto, un reputado imán que en una fatwa reciente asegura que el burka y el nikab no son obligaciones del islam.
Para acabar de rompernos los esquemas, el portavoz del Congreso, Tarek Fatah, ha manifestado incluso que no se opone al matrimonio homosexual.
Los hay más papistas que el Papa porque en Canadá el Tribunal Supremo acaba de rechazar una propuesta para que se deniegue la nacionalidad canadiense a aquellas mujeres que se presenten ataviadas con burka a la ceremonia de naturalización.
Un recorrido rápido por la moda musulmana
Cualquier tipo de vestimenta es un símbolo más bien social que religioso. Depende de los países y de los tiempos.
Entre los asirios el velo cumplía varias funciones sociales. Diferenciaba a la mujer casada de la soltera, a la honorable de la prostituida o a la esclava de la libre.
En Grecia y Roma las mujeres patricias portaban el velo como signo de distinción. La simbología empezó a cambiar con la cristiandad. Inicialmente empezó representando a la mujer virgen, pero luego degeneró rápidamente para simbolizar a la mujer sometida.
Así, en la primera epístola a los Corintios (11:2-16), el apóstol San Pablo dice: “El hombre no debe llevar velo porque él es la imagen de la gloria del Dios, pero la mujer es la gloria del hombre […] y por eso debe llevar la marca de su dependencia”.
A la hora de cubrir la cabeza, la moda cristiana es mucho más simple que la musulmana. Se reduce a la mantilla, el chal, el fulard, la pamela o incluso el echarpe. En otros países es mucho más compleja y la variedad hace que la traducción resulte complicada.
Burka
Es un vestido tradicional de las tribus pashtunes de Afganistán que los talibanes impusieron. Se trata de una pieza única, normalmente de color azul o marrón, que cuelga desde la cabeza y con una rejilla delante de los ojos para que la mujer pueda ver, al tiempo que oculta sus ojos.
Nikab
Es un velo integral que cubre la cara, dejando al descubierto sólo los ojos. Es propio de los musulmanes wahabitas que habitan los medios urbanos. En ocasiones las mujeres lo acompañan con unas gafas de sol y unos guantes.
Chador
Es un vestido tradicional que cubre la cabeza dejando al descubierto el óvalo del rostro. Es típico de Irán y anterior a la llegada del islam al país. Su uso no fue obligatorio hasta el siglo XVIII. El sha lo prohibió en 1936, por lo que se convirtió en un símbolo de protesta política. Actualmente no es obligatorio, ya que basta llevar un velo sobre la cabeza.
Es diferente del “chadri”, que se utiliza en India o Pakistán pero muy parecido al “jilbab” que promocionan los wahabitas de Arabia saudí.
Hiyab
Es un término genérico que procede de la raíz árabe “hayaba” que se puede traducir por “esconder” e incluso por “guardar las distancias”. No cubre todo el cuerpo. Se tata de un pañuelo que sólo oculta el pelo, las orejas y el cuello, mostrando todo el óvalo de la cara. Se complementa con una túnica o un impermeable.
Aunque lo promovieron los Hermanos Musulmanes, se ha generalizado en el mundo musulmán, reemplazando a otras vestimentas, como el “haik” del norte de África, una pieza única que disimula las formas del cuerpo y cubre la cara.
Pero la libertad no puede imponerse Prohibiendo, porque entonces es un sinsentido, ¿donde queda la libertad de la idiota que quiera llevar el trapo ese? -¿No será más bien que e los estados les interesa poder identificar a todos/as sus esclavos?