El burkini cristiano también está bajo censura

El último bombardeo mediático sobre el burkini o sobre el atavío de algunas atletas musulmanas expresa, mejor que nada, la podredumbre del periodismo actual y el absoluto vacío en el que quieren sumir a nuestras sociedades, calificadas de laicas, tolerantes y demás (a diferencia de otras).

Pero vean. Para ilustrar el significado del burkini, ayer Izzedin Ezir, un imán italiano de Florencia, tuvo la feliz idea de insertar en su perfil de Facebook la foto de ocho religiosas católicas que están en la playa portando sus hábitos religiosos, sin añadir absolutamente ningún comentario, ni en un sentido ni en otro.

Como el vacío hay que llenarlo con algo, se desató la consiguiente campaña de insinuaciones de todo tipo, que se resolvió como es costumbre, con la censura. Al imán Facebook le bloqueó su perfil durante varias horas.

Una vez eliminada la censura, los lectores del imán pudimos conocer su punto de vista. Trataba de mostrar lo evidente, a saber, que “las raíces cristianas también están hechas de personas que se cubren” y, por lo tanto, que “nuestros valores occidentales” no son diferentes de otros.

Como ve el lector, a pesar de ser italiano, el imán también se considera “occidental”. Quizá no se haya dado cuenta de que alguien se ha apropiado para sí del ser o no ser occidental y va poniendo etiquetas a los demás, en donde los occidentales son los buenos y los demás son los malos.

El señor Ezir, que es presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Italia, dice que insertó la foto para abrir un “debate positivo”. Pero este imán debería aprender que para debatir hay que tener ideas, lo cual no todos tienen porque la censura se esfuerza en que sea así.

Tras la censura hay un paso posterior: la prohibición, como en Francia o en Alemania. Después, cuando se enteran de que las monjas católicas también se cubren desde hace siglos, se ven obligados a meter la pata por tercera vez: lo que está prohibido no es el velo, en general, sino sólo el islámico. A eso se le llama “igualdad ante la ley”.

comentarios

  1. NO es cuestión de censura, es una cuestión de cultura. Estos esperpentos en sus zonas de origen no llaman la atención, como aquí no la llaman los pingüinos (monjas), no porque no sean ridículos, sino porque pertenecen a nuestra cultura (por desgracia) o a la suya, dependiendo del caso.
    El llegar a una cultura nueva, deben adaptarse a lo que esta ofrece, como ha sido durante el resto de la historia, por muy molesto que resulte esto AHORA.
    A los defensores de lo contrario, que vayan a Arabia Saudita, a Irán, a Qatar… y en una playa no elitista, si es que las hay, es decir una que no sea para ricos, que se ponga en bikini, tras rezar, sea religioso o no, que le hará falta y después no le iba a dar tiempo.

  2. ¿De manera que Facebook no ha censurado un perfil durante varias horas por poner la foto de unas monjas en la playa?, ¿Ahora eso se llama ‘cultura’? Es bueno saberlo.

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