La investigación sobre el arrestado comenzó el pasado mes de enero, cuando la Policía supo, a través de otro presunto pedófilo, que un inspector destinado provisionalmente en la Brigada de Policía Judicial de Alicante consumía pornografía infantil. El inspector lo reconoció y quedó imputado entonces por esos hechos, tras los que la Policía continuó investigándole tanto en Alicante como en Madrid, adonde regresó posteriormente.
La Policía ha determinado que, además de seguir consumiendo pornografía infantil, el mando policial había llegado a grabar varios vídeos pornográficos con menores en una vivienda de la sierra de Madrid, en algunos de los cuales él mismo participaba. Se cree que convencía a los menores ofreciéndoles dinero o regalos. En el registro de su vivienda se encontró una gran cantidad de material pornográfico protagonizado por menores, según las fuentes.