Yossi Cohen, director del Mosad |
Esto significa que los cómplices de Estados Unidos ya tienen claros los fundamentos de los futuros “acuerdos de paz”, en nombre incluso de los propios palestinos.
La reunión en Riad de Trump con los príncipes saudíes han sentado las bases de la relación privilegiada que las monarquías del Golfo Pérsico con el régimen Tel Aviv, a la que hay que sumar a Jordania.
Una expresión significativa de ello ha sido la reunión mantenida hace diez días entre los jefes de sus servicios de inteligencia del Golfo y el del Mossad, Yossi Cohen.
Según el sitio web Arutz Sheva, la reunión le inició Kushner y el enviado especial estadounidense en Oriente Medio, Jason Greenblatt.
Entre los participantes se encontraban el Jefe de Inteligencia General de Jordania, Adnan al-Issam al-Jundi, el general egipcio Abbas Kamel, jefe del Mukhabarat, Khaled ben Ali al-Humaidan, director de la agencia saudí de inteligencia, y el Jefe de la Inteligencia Palestina, Majed Faraj.
La presencia de Faraj en el acto es la clave, ya que podría reemplazar a Mahmud Abbas como jefe de la Autoridad Palestina.
Hace dos meses Faraj se reunió con el Secretario de Estado, Mike Pompeo, donde discutieron principalmente la situación de la Autoridad Palestina después del despido de su actual presidente.
Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos apoyan el “plan de paz” de Trump (“deal of the century”), a pesar de la oposición de la Autoridad Palestina, que suspendió las conversaciones con Kushner debido al reconocimiento de Qods (Jerusalén) como capital de Israel y el traslado de la embajada de Estados Unidos desde Tel Aviv.