Ayer un manifestante de 54 años fue condenado a 6 meses de prisión por herir a dos policías durante una concentración en los alrededores de la autopista A20, en Limoges. La acusación fue por “actos de violencia y rebelión”.
La detención tuvo lugar el jueves 23 de marzo, durante la novena jornada de movilizaciones contra los recortes de las pensiones.
La policía informó del incidente en un comunicado de prensa. Según ellos, al margen de la manifestación principal que avanzaba por el centro de la ciudad, un grupo de entre 300 y 400 personas abandonó el cortejo principal. Los manifestantes intentaron acceder a la autopista A20: “El grupo se encontró entonces con un cordón de seguridad formado por la policía de Limoges, que les prohibió acercarse a la autopista por razones obvias de seguridad”.
El comunicado de la policía describe una situación muy tensa: “Una lluvia de piedras, botellas y otros proyectiles cayó sobre los agentes de policía con su equipo de orden público”.
Los policías intentaron capturar a un individuo considerado especialmente virulento. Mientras lo sometían, otro hombre muy alto y corpulento entró en la pelea y golpeó a los policías por la espalda antes de agarrar a otro por el cuello.
Según la policía el manifestante era difícil de controlar y propinó una patada en la cara a otro policía. Finalmente resultó herido y fue trasladado al hospital para recibir tratamiento antes de ser puesto bajo custodia.
El manifestante, de 54 años, estaba en paro. Explicó que “estaba enfadado por su situación social y económica” y que reaccionó mal ante la detención de un joven.
Durante su declaración también admitió haber recogido 2 ó 3 botes de gas lacrimógeno del suelo y haberlos lanzado de nuevo contra la policía.