En Idlib los terroristas de origen chino y similares a Al Qaida se encuentran entre los más duros, lo que parece haber llevado a China a involucrarse militarmente. Sobre todo porque el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda no puede prescindir de Siria, ni tampoco de esta ruta estratégica que se extiende desde Irán e Irak hasta Siria y Líbano y luego hasta el Mediterráneo.
China ha entregado efectivamente los sistemas de defensa aérea y de misiles HQ-9, el equivalente de los SS-300 rusos, al ejército sirio. Estas baterías de misiles se transfirieron a Siria hace varias semanas y están esperando entrar en funcionamiento. “Además de varios sistemas de radar enviados por Rusia a Siria, China por su parte ha entregado una serie de radares de elementos múltiples JY-27A capaces de detectar cazas sigilosos”. Esta es una muy mala noticia para Israel, que prometió bombardear el territorio sirio con sus F-35. Pekín también entregó un radar de largo alcance JYL-1 de tres ejes al ejército sirio.
En Nochevieja el ejército sirio desplegó el complejo antiaéreo ruso Pantsir-C1 y el radar de larga distancia chino con tres coordenadas JYL-1 no muy lejos de la autopista estratégica M4, que conecta Alepo y Hasaka. El alcance efectivo de detección del radar chino alcanza los 320 kilómetros. El ejército sirio dice que la misión de este sistema antimisiles es rastrear el cielo sirio las 24 horas del día y proporcionar “datos de navegación precisos” de posibles objetivos.
Además de esto, los radares de vigilancia de largo alcance JY-27VHF se utilizan junto con los JYL-1. De acuerdo con la situación anunciada por el Ministerio de Defensa ruso, una gran cantidad de radares fabricados en China han aparecido en el campo de batalla en Siria, lo que ejerce una presión sin precedentes sobre la Fuerza Aérea de Estados Unidos.