British Steel ha cerrado sus altos hornos de carbón, con un plan para reconvertirlos a tecnología de arco eléctrico para finales de 2025. Pero la red eléctrica británica dice que la producción de “energía limpia” no estará disponible antes de 2032. El titular de una revista económica, Energy Live News, anuncia: “Acero ecológico en Reino Unido: el cambio a hornos eléctricos se retrasa hasta 2032 (1).
Ahora bien, si la red eléctrica se compromete a suministrar la electricidad necesaria para 2032, cuando llegue el término se revisará para volverla a retrasar hasta 2045 o incluso más allá. Para entonces las fábricas de British Steel habrán estado cerradas durante demasiado tiempo como para esperar su repertura gracias a la electricidad “verde” prometida.
La economía británica se quedará sin una empresa siderúrgica emblemática.
Pero eso no es todo. “Reino Unido cierra su última central eléctrica de carbón”, titulaba CBS News el 30 de septiembre (2). Así, el gobierno de Londres ha puesto fin a la carrera por alcanzar su objetivo de reducción de las emisiones de CO2.
Lo mismo ocurre en Alemania, donde hace años que se está llevando a cabo una rápida desindustrialización para lograr las cero emisiones. “ThyssenKrupp reexamina sus planes de producción de acero ecológico, las acciones caen”, titula Reuters (3).
El monopolio siderúrgico había planeado convertir una de sus plantas siderúrgicas alimentadas con carbón a hidrógeno “verde”, que a su vez procedería de turbinas eólicas y paneles solares.
Pero el plan no es factible y ThyssenKrupp ha suspendido una inversión de 3.300 millones de dólares en un proyecto basado en el hidrógeno porque, dice Reuters, la planta que lo debía producir en Duisburg “podría costar más de lo esperado inicialmente”.
El cuento de la lechera ha vuelto a fallar.
Lo mismo que en Reino Unido, una fábrica de acero ha quedado paralizada, a pesar de que es la materia prima de muchos sectores productivos.
La historia misma del capitalismo enseña que las energías no son sucesivas sino acumulativas. Las más recientes no sustituyen a las anteriores, sino que su añaden a ellas. Por eso el consumo de carbón no se redujo cuando llegó el petróleo, sino que siguió creciendo.
Por más que se empeñen, las energías llamadas “renovables” no van a eliminar a las llamadas “fósiles” sino que se van a sumar a ellas. Los chinos parecen ser los únicos que lo han entendido.
(1) https://www.energylivenews.com/2024/10/07/uk-green-steel-switch-to-electric-furnaces-delayed-until-2032/
(2) https://www.cbsnews.com/news/united-kingdom-coal-fired-power-station-last-plant-closes/
(3) https://www.reuters.com/markets/commodities/thyssenkrupp-reviews-plans-green-steel-production-2024-10-07/