La información en ese sentido fue publicada inicialmente por la agencia de prensa qatarí Almodon, el 23 de julio de 2017. Pero fue posteriormente desmentida y sin embargo retomada por Robert Fisk, corresponsal del diario británico “The Independent” en Oriente Medio (1).
Al principio de la guerra contra Siria, de 2011 a 2014, las milicias kurdas lucharon junto al ejército regular (2). Pero a partir del 31 de octubre de 2014, cuando Francia y Turquía acordaron crear un Kurdistán en Siria –país donde la presencia masiva de los kurdos data sólo de los años 1980– para desplazar hacia allí a la población kurda de Turquía, una parte de esas milicias se pasó al bando de la OTAN.
Sólo en ese momento, Damasco suspendió la entrega de armamento y el pago de sueldos a esas milicias, que luego volvieron a ponerse del lado del gobierno de Damasco cuando Turquía comenzó a masacrar nuevamente a los kurdos y en el momento en que Trump modificó los objetivos militares de Estados Unidos en Siria.
El acuerdo sobre Raqqa es el segundo de ese tipo que se implementa este año. El primero tuvo que ver con la liberación de la localidad de Al-Bab (Manbij) y restituyó a Siria los territorios que las milicias kurdas liberaron de la ocupación turca.
(1) Secret Russian-Kurdish-Syrian military cooperation is happening in Syria’s eastern desert, The Independent, 24 de julio de 2017.
(2) Los kurdos se integran en un cuartel general para luchar conjuntamente con el ejército regular sirio