Nicolás Bianchi El título engaña, no va de toros -tal vez en otra ocasión-, sino de vacunas. En los años sesenta del siglo pasado, en plena guerra fría, acojonaban al personal con el empleo de la «bomba atómica» -una parodia genial fue la película de Stanley Kubrick «Teléfono rojo: volamos hacia Moscú» (Dr. Strangelove, 1964)- […]