Félix González Los 46 abrasados en el edificio de Odessa a manos de los fascistas no supone ningún salto cualitativo, ni abre nuevas perspectivas en los acontecimientos, salvo para esa izquierda imbécil y cobarde que aún sueña con revoluciones de colores, a rayas o con indumentaria árabe, según la moda y la época del año. […]