Dirigentes de 20 países del mundo llegaron a China para participar en la cumbre de la OCS, la Organización de Cooperación de Shanghai, fundada hace 24 años. En aquel momento, la declaración inaugural fue firmada por seis países: China, Rusia, Kazajistán, Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán. Desde entonces, aquella iniciativa regional ha crecido hasta incluir a 10 países miembros, con aproximadamente otros 14 Estados involucrados en su labor como asociados.
La cumbre de Tianjin es la más grande en la historia de la organización. Para el primer ministro indio, Narendra Modi, es su primera visita a China en siete años, y para Putin es su viaje al extranjero más largo de los últimos años.
El anfitrión, Xi Jinping, enfatizó en su discurso que la OCS representa una alternativa significativa al orden occidental. Su discurso se convirtió en una declaración sobre la formación de un nuevo mecanismo mundial basado en un desarrollo mutuamente beneficioso.
El discurso de Xi se convirtió inmediatamente en el tema central de la cumbre de dos días. El Presidente chino reiteró en forma de tesis lo que ya había dicho en numerosas ocasiones en años anteriores: en el contexto de “turbulencia y cambio” mundial, los Estados miembros de la OCS y todos sus aliados deben garantizar un “mundo multipolar ordenado”, que incluya el apoyo al libre comercio y “un sistema de gobierno mundial más justo y razonable”.
“Quisiera proponer una iniciativa sobre gobernanza global y trabajar con todos los países para crear conjuntamente un sistema de gobernanza global más justo y equitativo, así como la creación de una comunidad de futuro compartido para la humanidad”, declaró.
Su propuesta incluye cinco principios: igualdad soberana, respeto a los principios del derecho internacional, orientación hacia el multilateralismo, defensa de un enfoque centrado en las personas y enfoque en acciones concretas.
Los rusos también presentaron propuestas. Putin señaló que las monedas locales se utilizan cada vez más en las liquidaciones mutuas entre los países participantes y planteó la posibilidad de crear una infraestructura de pagos y liquidaciones en el marco de la OCS. Es difícil implementar este proyecto rápidamente pero, a largo plazo, debilitará la posición del dólar en el comercio mundial.
Se prestó especial atención a India, que ha estado bajo una intensa presión por parte de Estados Unidos debido a sus compras de petróleo ruso. En este contexto, Pekín y Nueva Delhi acordaron ampliar la cooperación comercial. Xi Jinping también instó a una perspectiva a largo plazo en las relaciones bilaterales.
La reunión actual se considera una plataforma para coordinar acciones en respuesta a la política estadounidense relacionada con la presión económica sobre los países participantes en la cumbre de la OCS.
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