Oliver Ivanovic |
Conviene recordarlo cuando el deslinde entre víctimas (albaneses) y victimarios (serbios) está muy lejos de haberse clarificado y cuando el asesinato se produjo el mismo día en el que debían abrirse negociaciones entre Belgrado, la capital de Serbia, y Printina, la capital de Kosovo.
En mayo a Ivanovic le quemaron el coche delante de su casa, por lo que es evidente que a alguien no le interesa la paz en los Balcanes y si averiguamos quién es ese “alguien” ayudaremos a descifrar a los responsable del asesinato, que son los mismos que desataron la Guerra de los Balcanes y la de Kosovo, que fue su continuación.
Por ser un serbio que vivía en Kosovo, Ivanovic fue juzgado y condenado como “criminal de guerra” a 9 años de cárcel, aunque tras un recurso su pena fue anulada y salió en libertad, aunque su juicio estaba pendiente de repetirse.
Con 64 años de edad, Ivanovic dirigía el partido “Iniciativa cívica”, una organización de corte socialdemócrata. A pesar de su origen, personalmente hablaba albanés y defendía una solución política en Kosovo basada en la negociación. Sin embargo, no reconocía la independencia.
Ivanovic criticaba las posiciones del gobierno de Belgrado sobre Kosovo y en octubre presentó a las elecciones municipales una lista propia, enfrentada a Srpska Lista, que patrocinó el gobierno de Belgrado. “Los serbios tienen más miedo de los serbios que de los albaneses”, dijo.
Pero también dijo a la prensa que los serbios tenían miedo de hablar porque en los Balcanes la devastadora guerra de la OTAN y la Unión Europea impuso el terror. Naturalmente, no sólo entre los serbios, que sólo fueron el chivo expiatorio.
Mitrovica es como Kosovo, una ciudad de 85.000 habitantes de los que 72.000 son albaneses y 13.000 serbios, que siempre convivieron pacíficamente pero que hoy están enfrentados, de lo que el asesinato de Ivanovic, al más puro estilo mafioso, es una demostración.