Los obreros llegaron el lunes a la fábrica como lo hacen habitualmente para ingresar a su lugar de trabajo y se encontraron con que varios de sus compañeros tenían prohibida la entrada. Entonces todavía no habían sido notificados formalmente a través del telegrama correspondiente.
Rápidamente, los trabajadores realizaron una asamblea y resolvieron realizar una medida de fuerza con dos aspectos principales: huelga y ocupación de la fábrica.
Además, se encuentran en estado de asamblea permanente para resolver los pasos a seguir según pase el tiempo, si no obtienen respuesta favorable a sus reivindicaciones.
También mantienen reuniones con los capataces de la multinacional para lograr sus objetivos y evitar que el número de despidos aumente conformen transcurran los días con la fábrifca paralizada y ocupada.
La multinacional fue adquirida por la firma Clapp Argentina S.A y habían anunciado que no podía sostener las condiciones laborales de los trabajadores, tratanto de imponer un rebaja de salarios. Con esta situación, los trabajadores que queden perderán entre 4.000 y 6.000 dólares mensuales de sus respectivos sueldos, lo que equivale a una reducción del 30 por ciento.