La guerra palestino-israelí también se desarrolla en el ciberespacio. Desde el 7 de octubre, cada uno de los adversarios del invisible teatro de operaciones ha visto crecer sus tropas. El número de piratas informáticos propalestinos e israelíes casi se duplicó entre el 9 de octubre y el 16 de noviembre. Hay más de 65 piratas informáticos propalestinos en comparación con unos treinta antes y, en el lado israelí, unos quince, frente a los ocho antes de la guerra.
Eso provocó un aumento de los ataques el mes pasado, aunque todavía no es posible contarlos con precisión. Será necesario mirar en retrospectiva para estimar el impacto real del conflicto en el ciberespacio.
Entre las infraestructuras israelíes víctimas de ataques cibernéticos se encuentran sitios públicos, empresas e incluso individuos. Por ejemplo, la aplicación israelí Alerta Roja, que advierte a la población del lanzamiento de cohetes, fue puesta fuera de servicio durante varias horas por un grupo de piratas propalestinos. Estos últimos proceden generalmente de países musulmanes o de países opuestos al bloque occidental.
Se han identificado a piratas informáticos de Pakistán, Malasia, Bangladesh e Indonesia, pero también a rusos y rusohablantes como Anonymous Soudan, así como a los iraníes del grupo Cyber Av3ngers.
Las operaciones de los piratas iraníes en el ciberespacio sugieren que, como otros aliados de Hamas, Irán no fue informado con antelación del ataque del 7 de octubre. Sólo habría reaccionado y quizás participado en la amplificación de los ataques en el ciberespacio sin ser el instigador.
Israel no queda fuera. El Estado sionista, cabecero en ciberguerra, está llevando a cabo campañas de contraofensiva contra los sitios e infraestructuras de Hamas, particularmente a través del grupo indio Cyber Force. India es uno de los países con más piratas proisraelíes. Los estrechos vínculos se explican por el hecho de que Israel es el principal proveedor de armas de la India.
Después del 7 de octubre, el grupo MenaceSec publicó un mensaje en su cuenta de Telegram exigiendo el cierre de todos los servidores pertenecientes a uno de los mayores proveedores de servicios de internet de la Franja de Gaza, alfanet.ps. “No nos gusta Israel, pero… ¡tampoco nos gusta la guerra! Lo mismo que atacamos a Israel en el pasado, atacamos ahora la región de Gaza, donde hay muchos combatientes de Hamas”.
Otro apartado es la intoxicación. Entre el 7 de octubre y el 7 de noviembre se produjeron entre 11 y 17 millones de publicaciones en las redes sociales. Sin embargo, todavía no es posible hablar de ataques en sentido estricto. Los propios equipos especifican que se trata esencialmente de iniciativas individuales de personas que reproducen contenidos falsos.
Muchos mercenarios de la ciberseguridad han ofrecido sus servicios a empresas e instituciones israelíes para ganarse los favores de un país puntero en tecnología informática.