En un comunicado publicado hoy en el diario Irish News, el Nuevo Ejército Republicano Irlandés (Nuevo IRA) admite su responsabilidad en la muerte de la periodista Lyra McKee, víctima de los disparos que se produjeron durante los enfrentamientos de Derry.
El comunicado transmite sus “sinceras disculpas a la pareja, familiares y amigos” de la periodista, que se encontraba junto a un vehículo policial en medio de los disturbios entre manifestantes y policías.
El Nuevo IRA asegura, además, que ha instruido a sus militantes para que “tomen el máximo cuidado en el futuro cuando se enfrenten al enemigo”.
El Nuevo IRA es una organización republicana que lucha por la reunificación de Irlanda. En 2012 la policía estimó que disponía de 250 y 300 militantes y ahora ha catalogado la acción del Jueves Santo como un “ataque terrorista”.
La reportera de 29 años murió cuando “se encontraba junto a fuerzas enemigas”, dice el comunicado, en alusión a los cuerpos de seguridad “fuertemente armados” que habrían “provocado” los disturbios que precedieron a la muerte de la periodista.
Lyra McKee murió en medio de una violenta manifestación que se desató por una operación de la policía que buscaba armas de fuego. Según las fuentes oficiales, intentaban evitar posibles ataques de disidentes republicanos en conmemoración de la independencia de la República de Irlanda.
La redada policial ha recrudecido el clima político en Irlanda del norte, recordando a los peores tiempos de la ocupacíon militar británica, que se prolongó durante tres décadas.
La resistencia de los republicanos, partidarios de la reunificación de Irlanda, contra el colonialismo británico dejó unos 3.500 muertos.
Aparentemente, la claudicación del IRA el Viernes Santo de 1998 puso fin a la guerra, imponiendo la retirada de las fuerzas británicas y el desarme de los republicanos.
Sin embargo, el sábado el comisario que dirige la investigación sobre la muerte de McKee, Jason Murphy, habló del surgimiento de “un nuevo tipo de terroristas”.
Sin embargo, la represión, los montajes, las torturas y las redadas de la policía son idénticas a las de siempre. Tras detener a dos personas acusadas de la muerte de McKee, el domingo tuvieron que ponerlas en liberad “sin cargos”.
Además, la policía ha detenido a una tercera persona, una mujer de 57 años, en relación con la muerte de Mckee, según informa el diario Belfast Telegraph.
La mujer fue detenida en el barrio de Creggan, donde se registraron los disturbios
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