Los peshmergas kurdos dispararon morteros y obuses y utilizaron misiles antitanque teledirigidos para resistir el avance del ejército y las milicias irakíes que pretendían apoderarse del paso fronterizo.
Además de tomar Kirkuk y los pozos petrolíferos de la provincia, el ejército irakí también ha desalojado a los kurdos de Nínive, una provincia fronteriza con Turquía de composición multiétnica.
Ayer los blindados irakíes partieron de Zummar, una zona petrolífera al noroeste de Mosul, tomando el control de algunas ciudades y avanzando por caminos desérticos. En algunas de ellas se produjeron combates esporádicos.
Las fuentes oficiales kurdas refieren que los combates se produjeron al amanecer y que fue el ejército de Irak y las milicias Hachd Al-Shaab, “apoyadas por Irán”, quienes iniciaron el fuego de artillería en Zummar, acercándose a sus posiciones.
El gobierno central de Bagdad intenta asegurar el oleoducto que conduce al puerto turco de Ceyhan tomando Fishkhabur, situado en el extremo de la provincia de Dohuk que, junto con las de Erbil et de Suleimaniya, forma la región autónoma de Kurdistán.
Mientras Bagdad avanza, Erbil retrocede también en el terreno político para calmar la situación y mantener las conquistas logradas desde 1990. El miércoiles el gobierno regional emitió un comunicado al estilo catalán, “congelando” los resultados del referéndum de setiembre.
El gobierno central no admite esa declaración y, aprovechando la crisis interna entre los propios kurdos, exige a los kurdos su anulación. El partido opositor kurdo Movimiento del Cambio (Goran) ha pedido la disolución del gobierno de Barzani y la formación de otro de salvación nacional.
Goran, el mayor partido de la oposición parlamentaria kurda, propone una negociación con el gobierno central, al que pide que suspenda lo que califican como una “agresión contra las ciudades y comarcas” de Kurdistán.