Haga una donación al ejército israelí a cambio de una deducción fiscal. En otras palabras, apoyar a Israel en su ofensiva contra la Franja de Gaza. Una propuesta procedente de numerosas asociaciones sionistas de Francia desde octubre del año pasado, revelada por Mediapart.
La financiación del sionismo en Francia plantea preguntas sobre la transparencia del apoyo financiero otorgado a las criminales operaciones militares israelíes contra los palestinos.
Las asociaciones sionistas niegan proporcionar a los soldados israelíes equipo militar sino más bien artículos de uso cotidiano, como “comidas” y “mantas”, lo cual no elimina el carácter ilegal de las “donaciones”.
El Ministerio de Economía y Finanzas ha confirmado que el apoyo a los soldados de un ejército extranjero no da derecho a deducción fiscal. Eso no ha impedido que los sionistas propongan insistentemente “deducciones fiscales” y emitan formularios que permiten realizarlas.
Llama especialmente la atención la asociación Libi France, que dirigió una intensa campaña en diciembre pasado prometiendo reducciones de impuestos a los donantes. La organización llega incluso a prometer a sus patrocinadores que el 100 por cien de su donación será entregada directamente a los soldados israelíes.
Contrariamente a la legislación francesa, dicha asociación ofrece a los donantes recibir inmediatamente un formulario para la deducción fiscal.
La senadora Nathalie Goulet, miembro del Comité de Finanzas del Senado, denunció esta práctica, calificando la campaña de donaciones de Libi France de “publicidad engañosa” y recordando que estas donaciones no son deducibles de impuestos.
Libi France ha recaudado 457.000 euros en donaciones a través de una plataforma digital Allodons desde octubre del año pasado, cifra que excluye las donaciones a través de otras plataformas como HelloAsso o PayPal.
El sitio web dice que si todos los donantes a través de Allodons aplicaran las reducciones fiscales prometidas por Libi France del orden del 66 por cien, equivaldría a un gasto de 300.000 euros por parte del Estado francés en apoyo a los soldados israelíes.
Por lo tanto, esto equivaldría a decir que el contribuyente francés financió sin saberlo el genocidio en Gaza.
En Francia no hay controles previos de estos movimientos de dinero y, si los hubiera “ex post”, serían insuficientes.