Para la mayoría de quienes se preguntan cuándo esta pesadilla distópica de las «distancias de seguridad», mascarilla y alcohol en gel terminará, el Pentágono acaba de dar un jarro de agua fría, y pide a los Ejércitos de la OTAN que hagan lo mismo: que la excepcionalidad no se termine nunca.
Quizás liderando el camino como un ejemplo de hacia dónde desean los dirigentes norteamericanos que sea el resto del mundo, el Ejército de los Estados Unidos ha insinuado enérgicamente que está buscando hacer que sus medidas de protección contra el coronavirus sean permanentes.
Según Defense News, una publicación vinculada al lobby armamentístico, a raíz de la pandemia de COVID-19, la industria de defensa comenzó a ajustar sus instalaciones para evitar brotes importantes que pudieran cerrar las líneas de producción durante días o semanas seguidas. Y ahora que esos cambios están en su lugar, el principal funcionario de adquisiciones del Ejército de Estados Unidos cree que deberían seguir siéndolo para siempre.
En declaraciones a los periodistas durante la conferencia anual de la Asociación del Ejército de los Estados Unidos, Bruce Jette, subsecretario del Ejército para adquisiciones, logística y tecnología, dijo que hay beneficios a largo plazo al mantener el tipo de medidas de protección de distanciamiento social implementadas en toda la industria.
Según explicó, el departamento que él dirige había observado una caída significativa en los casos de resfriado común, infecciones virales y gripe, y espera que esto dure mientras las tropas practiquen un régimen de distanciamiento.
«No sé si alguna vez podré decir que se ha vuelto totalmente a la normalidad. No veo que dejemos de usar estas mismas técnicas sobre una base de contorno, incluso cuando la vacuna funcione».
«Yo diría que no retrocederemos en los estándares COVID-19 porque esto también reducirá el impacto de la gripe y otras enfermedades», agregó. «Creemos que continuar aplicando estas mismas técnicas sería más beneficioso para las personas y al Ejército en general «.
Si el Ejército y eventualmente todo el Departamento de Defensa implementan medidas de distanciamiento social «permanente», la conclusión es que esto pone a tiro de piedra de que el resto de la sociedad se vea obligada a hacer lo mismo.